La Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo de Cuenca (APHT), integrada en CEOE Cepyme Cuenca, ha comunicado que la Federación de Servicios de Castilla-La Mancha de CCOO ha decidido no firmar el convenio colectivo provincial de Cuenca para el sector de la hostelería y restauración, al que se ha sumado el sindicato UGT, y por lo tanto, dejan sin efecto el preacuerdo alcanzado el 26 de junio de 2025.
La patronal hostelería considera que «es especialmente grave el acto de deslegitimación de las decisiones y acuerdos alcanzados por los miembros de la mesa negociadora del convenio colectivo del sector de hostelería de Cuenca, cuya representatividad y capacidad de toma de decisiones está en la base de la confianza de toda negociación de buena fe entre las partes negociadoras».
En dicho comunicado, la APHT afirma que «los peregrinos argumentos esgrimidos por la Secretaría General de la Federación Regional de Servicios de CCOO vienen a quebrar el principio de confianza del deber de negociación de buena fe que debe regir entre las partes» y entiende que «los filtros internos de toma de decisiones de los distintos agentes sociales deben aplicarse con carácter previo a la firma de un preacuerdo que ha venido gestándose durante meses».
A su juicio, «no es de recibo, ni está justificada la espantada de CCOO y de UGT para la firma de un convenio cuyo preacuerdo está ya firmado, y ha sido consensuando a lo largo de numerosas reuniones entre patronal y sindicatos, tirando por tierra desde un despacho el trabajo de campo desarrollado durante meses de negociación».
Para la patronal hostelera, «este revés al principio de confianza y de buena fe de la negociación abre un nuevo horizonte en el proceso negociador que desde la patronal tendremos que analizar».
Aun así, insta a CCOO y UGT, que ha secundado la postura del primero, «a reflexionar profundamente sobre las nefastas consecuencias que la decisión de incumplir el preacuerdo puede producir, tanto para los propios trabajadores afectados, que verán paralizados los incrementos salariales pactados, así como para el propio proceso negociador, que ha sido completamente desvirtuado».