Espera que las obras en el Bosque de Acero sean «inminentes»

Leo Cortijo
-

La meta que el concejal se fija entre ceja y ceja para la «puesta en valor» de este malogrado enclave de la ciudad es el próximo otoño, con un proyecto cuyas bases «están bien asentadas»

El objetivo fundamental es que este fallido enclave de la ciudad tenga un uso educativo, cultural y turístico. - Foto: Reyes Martí­nez

El proyecto educativo y cultural que el Ayuntamiento ultima para el Bosque de Acero avanza según lo previsto. Miguel Ángel Valero espera que el inicio de las obras para la «puesta en valor» de esta malograda infraestructura sea «inminente». En declaraciones a La Tribuna, el concejal de Turismo, Patrimonio Histórico, Cultura y Educación explica que los trabajos de mejora ya se adjudicaron a una empresa en tiempo y forma por un importe de 50.000 euros, y que su «deseo» es que empiecen «cuanto antes» para que la actuación no se demore más.

En este sentido, la meta que el edil se fija entre ceja y ceja es el próximo otoño, circunstancia que es la planificada en un principio, según apunta. Además de lo que pueda retrasarse el comienzo de las obras, hay que tener en cuenta el plazo de ejecución de las mismas, que rondará los dos meses. Así todo, detalla Valero, el verano «lo tenemos solventado con otros espacios». Además, pone el foco en que el Bosque de Acero no es el espacio «propicio» para los meses estivales, pues por el efecto invernadero que se produce en este recinto «está más pensado para otoño», cuando las condiciones meteorológicas acompañen.

En cuanto al proyecto –del que Valero avanzó en este periódico las principales líneas maestras–, comenta que ya se le ha dado la «forma» oportuna, y que tienen tanto la idea general como las bases del mismo «bien asentadas». Lo que busca este equipo de Gobierno para el Bosque de Acero está «muy claro», dice, y en breve «se dará a conocer». Es más, las «inminentes» obras son «un primer paso» y «una declaración de intenciones» para lo que se pretende conseguir.

Los trabajos, entre otros asuntos, incluyen la sustitución de todas las cristaleras rotas o en mal estado, la limpieza y adecuación del suelo, el arreglo de la canalización obturada y el adecentamiento de los baños. La empresa encargada de llevar a buen puerto las obras es la conquense Cresver 80.

El objetivo fundamental es que este fallido enclave de la ciudad, que languidece sin ningún uso determinado entre el olvido y la indignación de los conquenses, se convierta en un espacio «educativo, cultural y turístico». Por ese orden, recalcó el concejal en su momento. Desde el equipo de Gobierno buscan además que el ‘nuevo’ Bosque de Acero no sea un recurso esporádico o testimonial, sino que tenga un uso «continuo» y que «sirva para el aprovechamiento» tanto de la ciudadanía como de los turistas.

El plan previsto es muy ambicioso, ya que pretende «recuperar el marchamo cultural de Cuenca». Desde el Ayuntamiento tienen el firme propósito de que en las áreas de educación, cultura y turismo haya una «pequeña explosión», con el fin último de que la ciudad «vuelva a recuperar el espíritu que tenía».