Bonito, barato... y con mucho calor

Manu Reina
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Las ventas en el mercadillo «bajan» en verano a causa de las altas temperaturas, lo que repercute en un descenso «claro» de asistencia

Bonito, barato... y con mucho calor - Foto: Manu Reina

Los conquenses tienen una cita especial cada martes con el tradicional mercadillo. Es una gran oportunidad para quienes desean hacer la compra en tan solo unos minutos, aunque hay muchos que aprovechan esta fecha para darse más de una vuelta por cada puesto. También es un punto de encuentro social y es habitual ver corros de gente que comparten impresiones o precios entre un comercio ambulante y otro. Sin embargo, el calor trastoca todos los planes para quienes frecuentan el Serranía. Y es que las altas temperaturas obligan a cambiar la hoja de ruta. 

La opción más recurrente es aprovechar las primeras horas del día, donde la sensación térmica es más llevadera en comparación a la recta final de la mañana. A medida que avanzan las hojas del reloj aumenta también el calor. La comerciante María José Jareño explica que «la gente suele venir muy temprano para hacer las compras y así regresar a casa cuanto antes». También hay incluso quienes deciden no acudir en estos meses estivales porque no pueden aguantar el calor. De hecho, Joaquín Jareño, que tiene un puesto de alimentación, subraya que «las ventas bajen un poquito en verano» con respecto a otras épocas del año. Por su parte, Mohamed Lajande afirma que «las personas mayores no vienen tanto como lo hacen en otras épocas». 

Los comerciantes confirman que la venta de fruta y verdura «crece» en estas semanas estivales y la sandía se lleva la palma, aunque exista un ligero incremento de los precios por la inflación, que también sufren los propios vendedores. Estos mimos  explican que muchos conquenses «tienen huertos en sus tierras y eso también provoca que vengan menos a comprar».

Evidentemente, el calor pasa factura también a los clientes, que padecen también las temperaturas altas típicas de estas fechas. María Fraile percibe que «hay más gente en invierno que en verano en el mercadillo porque la temperatura es más llevadera» y Mari Luz Expósito confirma que en verano hace el recorrido por los puestos mucho «más rápido» que en otras épocas. De hecho, ella recalca que va «directa a comprar lo que quiero».

En la misma situación se encuentra Ana Paños, que asegura que «suelo venir a primera hora para no padecer tanto el calor» y explica que compra en menor medida para «no volver a casa tan cargada porque sino te puede dar algo». La compra en el mercadillo es totalmente diferente en verano. Es cierto que todo sigue siendo bonito y barato, pero ahora también es muy caluroso. Una de las recomendaciones es buscar cobijo a menudo bajo los toldos de los puestos o no demorarse para así volver a casa con la compra cuanto antes.