No basta solo con preparar y revisar hasta el último detalle de la maleta antes de iniciar un viaje planificado, sino también es vital inspeccionar y comprobar que el vehículo que se va a usar para el desplazamiento se encuentre en condiciones óptimas. Más vale prevenir que curar, por lo que es necesario pasar primero por el taller antes de tomar la carretera.
El propietario de Talleres Villa Laín, Miguel Garrote, explica que es fundamental «revisar el estado y la presión de los neumáticos, comprobar el nivel de aceite y líquido de frenos, así como supervisar que funcionan correctamente tanto el agua del limpiaparabrisas como el refrigerante». Estas son solo algunas de las revisiones que se han de hacer en el vehículo, pero hay muchas más, como revisar el estado del motor, la batería, las luces o la correa de transmisión, por ejemplo.
Garrote subraya que la «seguridad» es lo más importante y explica que «uno puede perderse sus vacaciones si sufre cualquier percance». De ahí, la recomendación de visitar al mecánico con antelación. Además, el propietario de Talleres Villa Laín incide en que el conductor y los acompañantes deben ir «cómodos» por lo que, teniendo en cuenta las temperaturas que marcan los termómetros en estas fechas, «es importante comprobar que el aire acondicionado funciona correctamente». Si es así, tanto el que está al frente del volante como el resto de ocupantes, podrán viajar plácidamente.
Verano. Está claro que, si estos detalles no se tienen en cuenta, las consecuencias pueden ser graves. Sí es cierto que «los conquenses son muy previsores» y en estas semanas veraniegas se ha notado «un incremento» de trasiego de coches por el taller de Garrote para hacer prevalecer la seguridad por encima de todo. Está claro que vale la pena esperar hasta recibir el visto bueno de un mecánico, que en apenas unas horas puede tener el vehículo preparado.
Garrote recomienda a todos los usuarios de vehículos que van a acometer un viaje en las próximas semanas a que tengan en consideración todas las recomendaciones que se trasladan desde los organismos competentes. «No merece la pena perderse unas vacaciones o llegar tarde al destino planificado por no haber preparado bien el vehículo», sentencia. Durante las vacaciones hay más afluencia de tráfico por ocio y estadísticamente suben los accidentes, los atascos y las averías. Evitarlo tiene mucho que ver con ser precavido.