El cine europeo también puede hacer superproducciones que dejan al espectador maravillado por su factura visual. Porque eso es lo que ocurre con la adaptación a la gran pantalla del clásico literario de Alejandro Dumas, que en Los tres mosqueteros: D'Artagnan nos traslada perfectamente al París del siglo XVII gracias al buen trabajo del director Martin Bourboulon.
¿Cuál fue su planteamiento al adaptar, de nuevo, al cine ese gran clásico que es Los tres mosqueteros?
En realidad, hacía 60 años que no se realizaba en Francia una adaptación cinematográfica de Los tres mosqueteros y el desafío consistía de ofrecer una nueva mirada, moderna, a esta bella historia. Queríamos aportar un nuevo look en lo visual pero también en la acción.
Los guionistas se han tomado algunas licencias narrativas. Pero creo que un aspecto que no estaba en la novela es que dan más peso a la guerra entre religiones, entre protestantes y católicos.
Efectivamente, nos distanciamos de la novela original cambiando algunos elementos, adaptando otros e inventando alguno. En realidad, queríamos hacer una película en la que se recontextualizase la historia de Francia en esa época, después de la noche de San Bartolomé, de las guerras de religión, pero sin politizar más allá de la simple historia.
Los personajes femeninos tienen mucho peso en su película. ¿Por esa razón tomaron la decisión de dividirla en dos y el segundo bajo el título de Milady, la mujer más astuta de la novela?
Era parte de nuestro desafío, devolverle esa parte hermosa a los roles femeninos, que también tienen su origen en la novela. Queríamos hacer una película en la que hubiese grandes papeles femeninos, con toda la narrativa que ello conlleva y, teníamos la suerte de contar con estas maravillosas actrices (Eva Green, Lyna Khoudr y Vicky Krieps).
Supongo que usted tuvo una parte importante en la elección del reparto, que está compuesto por los mejores del cine francés, algunos verdaderas estrellas internacionales como Vincent Cassel.
Ha sido todo como un sueño, porque cuando uno prepara una película piensa en la lista de actores o actrices con los que le gustaría trabajar. Y, por arte de magia, todos esos actores aceptaron embarcarse.
La factura visual de la película es impresionante, pero no sé qué escenas le resultaron más difíciles de rodar.
Le agradezco el comentario porque preparar todas las secuencias fue complicado. En cuanto a las escenas más difíciles, pues le diría que todas, pero le destacaría que las más íntimas también, porque esas parecen más sencillas, pero no es así. Las de acción, como la que transcurre en el bosque, llevan muchísimo trabajo de coreografía que implica mucho tiempo prepararlas.