La incidencia de la multipandemia de gripe está provocando una presión en hospitales y centros de atención primaria hasta ahora desconocida. De hecho, en las últimas semanas se ha producido una tormenta perfecta en la que han coincidido la gripe A, con el covid o el virus respiratorio sincitia, lo que ha provocado una situación inédita. Así lo reconoce el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Cuenca, Carlos Molina, quien reitera la necesidad del uso de la mascarilla para evitar contagios al tiempo que insiste en la importancia de las vacunas, porque «es el mecanismo médico sanitario que más vidas ha salvado». 

¿Se esperaba  la virulencia de la epidemia de gripe de este año?

No se esperaba. Este año estamos hablando de la multiepidemia y es algo que nunca había visto en los 31 años que llevo trabajando en Cuenca. En la naturaleza, siempre el organismo dominante desplaza al menos dominante. Y otro años, el covid ha desplazado a la gripe, la gripe ha desplazado a la gripe b… Este año no sabemos muy bien qué es lo que ha pasado, si ha sido por eso que nos ha protegido tanto nos ha hecho que el sistema inmunitario esté un poco más débil. Este año han coexistido al mismo tiempo gripe A, coronavirus, virus sincicial respiratorio y otros.

Parece una tormenta perfecta…

Sí, así es. No hay que olvidar que estamos con una población envejecida, en algunos casos muy débil, que nos puede llevar a que algunos pacientes se pongan muy malos.

¿Se ha notado mucho la presión asistencial en el hospital como ha pasado en hospitales de Madrid o de grandes ciudades?

No ha llegado al nivel de esas grandes ciudades, pero en los primeros diez días del año hemos estado viendo entre 30 y 50 pacientes más al día que en las mismas fechas de 2023. El año pasado, por el empujón que se dio en diciembre, ha sido el que más pacientes se han visto en el servicio de urgencias. En concreto, fueron 2.300 pacientes más que en 2022, que ya se consideró año pandémico. Todos los días estamos pasando de 200 pacientes, cuando lo normal es tener alrededor de 150 en esta época.

¿Se ha llegado al pico?

La sensación que tenemos es que el pico va descendiendo. El dato epidemiológico oficial no lo sé, pero en Castilla-La Mancha hemos estado en un orden de 1.600 o 1.700 casos por cada 100.000 habitantes. 

Un aspecto llamativo de esta epidemia ha sido la duración de los catarros, las gripes o el malestar.

Creo que se han ido encadenando un virus con otro. Son virus que provocan una inflamación o irritación del árbol bronquial y aunque estés curado, sin fiebre, mucha gente sigue tosiendo. La gente considera que sigue estando enferma, pero lo que tiene es un síntoma secundario a la patología que estás teniendo.

¿Las mascarillas deberían ser obligatorias?

Lo han dicho. A mí, particularmente, de manera puntual, como ya dije en su día, me parece que sí. Deben serlo aunque solo sea por no contagiar en los centros de salud, hospitales, centros sociosanitarios o residencias de ancianos. Por el hecho de que pueda haber un virus danzando y con una población más sensible, podríamos pensar un poco en esas personas. Creo que sí debería ser obligatoria de una manera puntual y siguiendo unos patrones al ver como va evolucionando la enfermedad. Cuando no haya un patrón serio podríamos dejarla de manera voluntaria o recomendable.

¿Hay cierta tendencia a vacunarse menos? Lo pregunto por los mensaje de antivacunas o que hay cierto cansancio tras la pandemia…

Todo un poco. La gente ha tendido a vacunarse menos. Los antivacunas me parecen un peligro y más si se dedican a hablar en redes sociales. Podemos hablar de vacunas que sean menos necesarias, pero otras lo son. No solo por el hecho de coger la enfermedad, sino por pensar desde el punto de vista de comunidad. ¿Por qué se recomienda que los sanitarios nos vacunemos? Fundamentalmente es porque vamos a atender a pacientes. No te vacunes por ti, vacúnate por la comunidad. Desde el punto de vista deontológico está penado en nuestro código como médicos. Es muy sencillo hacer creer a la gente por redes sociales cosas que en absoluto se parecen a la realidad. Sin duda, la vacuna es el mecanismo médico sanitario que más vidas ha salvado. Lo es probablemente junto a la cloración del agua y la creación de las alcantarillas. 

¿Hemos aprendido la lección de la pandemia de coronavirus?

Se nos olvida. Es cierto que hemos pasado un tiempo en que un exceso de vacunas puede cansar, y yo lo entiendo. Se nos ha olvidado un poco lo que pasó durante la pandemia. Ahora son cuadros más leves. Siempre comparo que lo que hemos pasado en los hospitales en este tiempo, que es como con el coronavirus, pero sin miedo. Antes, la gente no iba a los hospitales o los centros de salud por miedo al coronavirus, cuando había un montón de patologías mucho más graves. Y ahora hay una incidencia altísima, pero hemos perdido el miedo y hasta nos quitamos las vacunas o las mascarillas.

¿De qué manera va a cambiar la sanidad conquense el nuevo hospital? ¿Va a ser un revulsivo?

Eso espero. El nuevo hospital, de entrada, nos va a permitir una mejor asistencia a la población. Pero lo importante no es el continente, lo importante es el contenido. Si este hospital lo dotamos de buenos profesionales y si hacemos algo para que el médico que pueda irse a Madrid o Toledo se queda en Cuenca sería fantástico. No podemos ser referentes en un servicio de cirugía cardíaca, porque hay cuatro en España, o de neurocirugía, pero sí que podríamos ser referentes en otra serie de servicios para que el resto de la población de Castilla-La Mancha tenga que venir a Cuenca para tratarse. Siempre digo que hay la misma distancia de Albacete a Cuenca, que de Cuenca a Albacete. Hay patologías que pueden ser tratadas aquí.

Que sea hospital universitario también es un plus. ¿No?

Universitario ya es éste. A los gerentes siempre le reclamo que el hospital de Cuenca sea universitario y me responden que ya lo es. Es universitario porque tiene Enfermería. Antes, Enfermería era una diplomatura y ahora es un grado. Lo que llevo pidiendo desde hace tiempo es que el hospital de Cuenca sea universitario, pero de médicos. El único hospital de la región que no tiene estudiantes de cuarto, quinto y sexto de Medicina es Cuenca. ¿Por qué no hacemos posible que chavales que estén estudiando en Albacete, y que sean de Cuenca, puedan hacer cuarto, quinto y sexto en nuestro hospital? Por eso digo que hospital universitario ya es, pero queremos que sea universitario de medicina.

¿Cuenca es una provincia atractiva para atraer nuevos médicos? 

En general, Castilla-La Mancha, no es muy desapetecible, pero estamos compitiendo con regiones más poderosas que nosotros, como Madrid o Valencia. Lo bueno que tiene Cuenca es que es una ciudad que geográficamente está muy centrada, cerca de Madrid, con una excepcional calidad de vida, pero la debemos hacer más atractiva. Nos tenemos que vender bien y las administraciones sanitarias deben dar algo más a Cuenca. Hablo de formación, de trato personal… No solo vale que vengan. Me hubiese encantado que de estas nuevas 60 colegiaciones en 2023, el número de médicos que hubiesen dejado de serlo fuera cero, pero se han ido 36. 

¿Se suplen al cien por cien las jubilaciones de médicos?

Los médicos jubilados siguen estando colegiados. ¿Se suplen completamente? Teniendo un cuenta que un 30 por ciento de los médicos de Cuenca se van a jubilar en los próximos cinco o seis años, y somos 860, significa que se van a jubilar alrededor de 250 médicos. Necesitamos un 'empujoncito' más para suplir a esos médicos que se jubilan.

«Somos el Colegio de Médicos más Antiguo de Castilla-La Mancha»

Carlos Molina cumple este año su cuarto mandato al frente de los médicos conquenses tras ser reelegido en 2021. Será, por tanto, la cabeza visible de los actos que se celebrarán en los próximos meses con motivo del 125 aniversario de Colegio Oficial de Médicos de Cuenca, entidad que acaba de renovar su imagen corporativa.

Este año el Colegio Oficial de Médicos de Cuenca celebra 125 años. ¿Qué supone para usted?
Es un honor. En 1899 se creó este colegio y me ha tocado a mi celebrar el 125 aniversario de un montón de médicos que han trabajado en Cuenca, que han ayudado a sus conciudadanos con unos problemas que en la base se parecían mucho a los que tenemos ahora y que trataron de solucionarlo con ingenio y trabajo. Somos el Colegio de Médicos más antiguo de Castilla-La Mancha.

¿Qué está previsto para celebrar esta efeméride?

Tenemos previstos un montón de actos. Habrá exposiciones permanentes dentro del Colegio y actos de formación y charlas relacionadas con la medicina y su historia. También nos daremos a conocer más a la sociedad con campañas informativas. Hemos contactado también con el Ayuntamiento para hacer un acto, que sería en el segundo semestre del año. Además, el sorteo de la Lotería Nacional del día 22 de junio llevará el nuevo logo del Colegio Oficial de Médicos de Cuenca.

Un aperitivo de estos actos es precisamente ese logo y la renovación de la imagen corporativa. ¿Es así?

Tenemos escudo, en el que viene reflejado la copa de Cuenca, pero creíamos que teníamos que modernizarnos. Ahora está de moda tener logos y lo encargamos a un diseñador de Cuenca. Es un logo que representa las Casas Colgadas, que hace de báculo, y la serpiente de esculapio las rodea. Además, pone el nombre del Colegio Ofiacial de Médicos y una frase: '125 años con los médicos y por Cuenca'.

¿Cuál es la situación actual del Colegio en lo que respecta a número de colegiados?

Siempre hemos pedido en Castilla-La Mancha, y más en Cuenca, que quizá está relacionado con la población, un aumento de ratio de médicos. Me consta que desde la administración se está intentando aumentar la cifra de médicos. Este año hemos tenido un ratio positivo de 60 altas en el colegio y 36 bajas, médicos que se han ido de Cuenca o que han fallecido. No se contemplan ahí las jubilaciones porque el médico sigue siendo médico aún jubilado.