Nadie se lo quiere perder

Leo Cortijo
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Ver a dos primeras figuras como El Juli y Roca Rey anunciadas con una ganadería de encaste Santa Coloma no es nada habitual

Nadie se lo quiere perder - Foto: Reyes Martinez

Hay que esperar hasta la corrida que abrocha la feria para presenciar el cartel más interesante del serial y uno de los más esperados de la temporada. No resultaría exagerado apuntar que Cuenca vuelve a convertirse en el epicentro del interés taurómaco merced a una combinación que llama poderosamente la atención por ver a dos primerísimas figuras del toreo anunciarse con una ganadería que está lejos de ser habitual en su hoja de servicios.

La santacolomeña vacada de Rehuelga, que el año pasado lidió un encierro más que interesante en esta plaza, promete de nuevo emociones fuertes para aquellos aficionados que entienden el toro como pilar de todo. El torismo tiene una cita imperdible con uno de los encastes que, por línea general, más se entregan en la muleta, sin perder la acometividad propia del animal bravo. Un interés que es todavía mayor al comprobar cómo 'recepcionan' y dominan esas embestidas dos grandes espadas como El Juli y Roca Rey.

El madrileño surca ya los 25 años de alternativa en una temporada que será la última de forma indefinida. No es una retirada, pero sí un respiro... De hecho, atraviesa una especie de 'segunda juventud' renovando su estilo y apostando por una visión más estética y clásica del toreo. El Juli se ha erigido una vez más como Príncipe, saliendo a hombros de la Maestranza en la Feria de Abril y paseando otras dos orejas más en Resurrección. La espada, sin embargo, fue su talón de Aquiles en un San Isidro de grandes faenas a toros de La Quinta y Alcurrucén. No hay que olvidar su tarde en la Feria del Toro de Pamplona, a hombros también con la corrida de Jandilla.

Nadie se lo quiere perderNadie se lo quiere perder - Foto: Reyes Martínez

Roca Rey es el 'mandón' absoluto del curso, llena en la práctica totalidad de compromisos y es un auténtico fenómeno taurino y social. El que tira de este carro... Por primera vez en su vida, logró salir a hombros por la Puerta del Príncipe en Sevilla, en uno de sus grandes hitos. Además, este año está tirando de la diversidad de encastes, lidiando no solo Domecq en las grandes ferias, sino Santa Coloma –como en el caso de Cuenca–, Atanasio-Lisardo y Saltillo-Albaserrada. Asimismo, abre carteles en los grandes ciclos, dando oportunidad a los diestros veteranos no asentados en los escenarios fundamentales y a los jóvenes de formar parte de sus ternas.

El más placeado ante este tipo de hierros es, sin duda, Emilio de Justo, que ha tenido que pechar con lo más áspero del campo bravo en su camino hacia la cima. La afición ha conocido mejores cotas del diestro extremeño, que firmó una de las irrupciones más importantes hace solo unos años. Su corte, puro y ortodoxo, siempre entusiasma.

A destacar. La 'segunda juventud' de El Juli, renovando su estilo y apostando por una visión más estética y clásica del toreo. Afronta los 25 años de alternativa en una temporada que será la última de forma indefinida. No es una retirada, pero sí un respiro... El torero de Velilla se erige, una vez más, como Príncipe del toreo tras salir a hombros de la Maestranza sevillana en la Feria de Abril y pasear otras dos orejas más en la corrida de Resurrección. Sin embargo, la espada fue su talón de Aquiles en un San Isidro de grandes faenas a toros de La Quinta y Alcurrucén. No hay que olvidar tampoco la tarde que ofreció en la Feria del Toro de Pamplona, a hombros con la corrida de Jandilla. 

Nadie se lo quiere perderNadie se lo quiere perder - Foto: Reyes Martinez

No perderse. La contundencia de Roca Rey, que se presenta como 'mandón' absoluto del curso. Llena en la práctica totalidad de compromisos y es un auténtico fenómeno taurino y social. Por primera vez en su vida, logró salir a hombros por la Puerta del Príncipe en Sevilla, en uno de sus grandes hitos. Además, este año está tirando de la diversidad de encastes, lidiando no solo Domecq en las grandes ferias, sino Santa Coloma, Atanasio-Lisardo y Saltillo-Albaserrada. 

El detalle. No resultaría exagerado apuntar que Cuenca vuelve a convertirse en el epicentro del interés taurómaco merced a una combinación que llama poderosamente la atención por ver a dos primerísimas figuras del toreo anunciarse con una ganadería que está lejos de ser habitual en su hoja de servicios. La 'santacolomeña' vacada de Rehuelga, que el año pasado lidió un encierro más que interesante en esta plaza, promete de nuevo emociones fuertes para aquellos aficionados que entienden el toro como pilar de todo. El torismo tiene una cita imperdible con uno de los encastes que, por línea general, más se entregan en la muleta, sin perder la acometividad propia del animal bravo.