La conexión conquense de Pablo Alborán

Leo Cortijo
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El cantautor acompaña sus giras y compone algunos de sus éxitos con guitarras del luthier casasimarreño Vicente Carrillo.

La conexión conquense de Pablo Alborán

Malagueño desde la cuna e internacional en su proyección musical, Pablo Alborán comparte con Cuenca un nexo de unión muy especial. El cantautor mantiene una bonita amistad con uno de los guitarreros –como él mismo prefiere ser llamado– más importantes del panorama mundial, Vicente Carrillo, y cuya tradición artesana se remonta al año 1744, siempre con Casasimarro como cuartel general. Desde hace más de una década el artista siente verdadera fascinación por las 'joyas' que Carrillo fabrica en su taller de la Manchuela, donde ha viajado en alguna ocasión para conocer a su equipo.

De hecho, el luthier ha elaborado para él una serie de guitarras con las que Alborán ha acompañado buena parte de sus giras y ha compuesto algunos de sus éxitos. Una de ellas, Bambalina (2022), adquirió mayor resonancia de lo normal ya que le fue entregada en el programa estrella de la televisión, El Hormiguero. Vicente Carrillo quiso brindar una sorpresa a su amigo y todo bajo la atenta mirada de Pablo Motos, de las hormigas Trancas y Barrancas, y de la millonaria audiencia del programa.

La conexión conquense de Pablo Alborán
La conexión conquense de Pablo Alborán

Carrillo, Premio Nacional de Artesanía, relata que su relación con el músico se remonta a 2012, cuando coincidieron en un acto en el Berklee College of Music de Valencia. El de Casasimarro fue invitado al concierto en el Palacio de las Artes Reina Sofía y, previamente, a la prueba de sonido. Al acabar dicha prueba, el guitarrero vio que Alborán «no estaba a gusto con su guitarra» y le propuso hacerle una. Aquella guitarra la empleó en la gira Tanto, y fue la primera de muchas, ya que «me comprometí a ofrecerle una en cada gira que realizara... y aquí seguimos», destaca el luthier. La segunda 'criatura' fue Terral (2014), construida en madera de cocobolo; tres años después llegó Promesa (2017), una guitarra en madera de palosanto de India teñida en color negro, que destacaba sobremanera en el conjunto escénico. Para la gira de teatros brilló con luz propia la ya mencionada Bambalina, «muy curiosa», apunta Carrillo, por estar elaborada con bariolé, «una madera desconocida». De hecho, mientras el guitarrero estudiaba algunas maderas, vio piezas de ésta, le mandó una foto a Alborán con el texto «¿te atreves?», a lo que el cantautor contestó con un lacónico pero contundente «vale». La última, Mar (2023), está hecha con esta misma madera, pero teñida de un azul transparente, «con lo que se puede apreciar la belleza de las grietas y resalta por su color en el escenario».