Editorial

La economía resiste y España encabeza las previsiones europeas

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La economía española resiste los vaivenes del último año y parece que desaparece definitivamente el fantasma de la recesión. Bruselas lo certifica con la publicación del informe de previsiones macroeconómicas de primavera, que mejora medio punto las expectativas para este año, con un crecimiento estimado del 1,9 por ciento para 2023 y el 2 por ciento para 2024. Este repunte es aún más importante cuando la media de la Unión Europea prevista es del 1 por ciento, poco más de la mitad, lo que significa que España volverá a ser una de las locomotoras de la eurozona. Esta buena noticia disipa ya casi por completo la temida recesión, que habíamos visto tan cerca tras las consecuencias de la guerra en Ucrania y el fuerte incremento de los precios de la energía y de la inflación.

Bruselas cita la recuperación del consumo y el mantenimiento de la inversión como causas principales de la mejoría económica que se está produciendo en nuestro país, lo que nos permite soñar con volver a coger una velocidad de crucero que devuelva a los trabajadores su poder adquisitivo y dote a los ciudadanos de una estabilidad que favorezca la demanda interna. Las alentadoras cifras también se apoyan en un buen comportamiento del mercado laboral, que a pesar de los fijos discontinuos, se ha mostrado fuerte y ha despuntado ante el crecimiento del turismo, la construcción y otros sectores con un alto número de empleos.

El informe recoge otros aspectos positivos para la economía española como el recorte de cuatro décimas en la inflación, que al cierre del ejercicio se prevé que esté en el 4 por ciento. Aunque no se pueda calificar aún de satisfactoria esta cifra, es claro que camina en la senda correcta hacia un IPC que se mueva por debajo del 2 por ciento, algo que tardaremos en ver y sentir en nuestros bolsillos, pero que permitirá cierto relajamiento de las medidas puestas en marcha para contener este índice desbocado en meses anteriores. Y principalmente, debe llevar al Banco Central Europeo a contener las subidas de los tipos de interés y emprender una bajada sosegada que alivie el bolsillo de las familias.

No obstante, la propia Comisión Europea advierte que no todo es tan optimista y que aún existen "riesgos a la baja" para el crecimiento económico, relacionados con las subidas de tipos de interés y su impacto en los hogares con hipotecas a tipo variable, y para la inflación, por posibles subidas salariales mayores de lo esperado. Hay que tener cuidado con ello, no sea peor el remedio que la enfermedad. Y lo mismo sucede con la administración pública, la previsión es que el déficit público disminuya a la vez que lo hacen las ayudas para 'sobrevivir' en este escenario de incertidumbre que estamos atravesando. Sin embargo, posiblemente España no pueda alcanzar ese techo del 3 por ciento y a final de año continúe por encima. Hay que apretarse el cinturón y no es buena tanta promesa electoral, viajes gratis, cine a dos euros y bonos culturales.