Cavero asume los grandes proyectos y la llegada de empresas

Leo Cortijo
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El líder de Cuenca nos Une gana peso en el equipo de Gobierno y será un «supervisor» para que asuntos clave «no se estanquen y sigan su cauce», mientras que Darío Dolz se centrará en los temas del «día a día» y en el «tú a tú con los vecinos».

Cavero asume los grandes proyectos y la llegada de empresas

El 'matrimonio' que sellaron, por primera vez, en 2019 y que hace menos de un año volvieron a rubricar, entra en una nueva dimensión. La pareja Dolz-Cavero, después de pasar por diferentes etapas e idas y venidas en estos cinco años de relación, gira de nuevo la tuerca. Uno de los dos actores gana peso en el binomio, y es que a partir de ahora, el máximo responsable de Cuenca nos Une asume la gestión de los grandes proyectos de ciudad y la coordinación en la llegada de nuevas empresas. En definitiva, «un supervisor para que esos proyectos no se atasquen y sigan el cauce que deben», explica Dolz a La Tribuna. No habrá una designación formal, pero tanto uno como otro sí querían darlo a conocer de forma pública.

La pareja está en su mejor momento o, al menos, eso evidencian. «Lo que nos mueve a ambos es hacer cosas por la ciudad, nos importan poco las siglas políticas; no somos PSOE y CnU, somos Isidoro y Darío o Darío e Isidoro», subraya convencido el alcalde. Y todo, porque «eso es lo que nos vamos a llevar tras nuestro paso por el Ayuntamiento, intentar mejorar nuestra ciudad». «Cuando llegue el momento, quiero irme con la cabeza bien alta, sé que va a ser así porque estoy convencido de que todo va a salir adelante y va a funcionar», remata al respecto Dolz.

Su alter ego toma la palabra. En lo que llevamos de legislatura, Gómez Cavero ha gozado, y por mucho margen, de más foco mediático y protagonismo que en todo el mandato anterior. El paso que hoy avanzan en primicia en este diario lo confirma. «Quiero quitarle a Darío responsabilidad a la hora de forzar ante los suyos para el bien de la ciudad, así de claro lo digo, porque yo no soy de los suyos». «Quiero descargarle de esa función y asumir yo esa tarea», añade, «porque tengo unos compromisos y quiero cumplirlos». Para ello, «tengo que 'apretar' a los de arriba y también a los de abajo, no podemos estar siempre en el eterno proyecto, hay que materializar las cosas».

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«Tengo que ayudar a Darío Dolz para, a su vez, ayudar a Cuenca, que es lo que quiero. Si Darío Dolz va bien, Cuenca irá bien, y yo habré estado a su lado. Ahora bien, no estoy para ayudar al PSOE ni al PP», sentencia un Gómez Cavero «muy dispuesto» a «mover» el barco para que éste llegue a buen puerto. Dolz, por su parte, se siente «responsabilizado». «La pasada legislatura estuvo muy condicionada por razones obvias, pero en esta ocasión, la confianza depositada en nosotros es mayor y hay que hacer las cosas bien y que la ciudad lo note... Es la legislatura de la responsabilidad con los vecinos», remata.

El 'examen' de junio. Eso sí, como en cualquier pareja que se da el 'sí quiero', la posibilidad de separación siempre está ahí. El líder de CnU no cambia su discurso en este capítulo y sigue ubicando metas volantes. La primera será este verano, tal y como ya avisó. «Ahora formo parte del equipo de manera directa –esa es la diferencia con respecto a hace cuatro años–, para que esto salga adelante; si no es así, haré lo que dije que haría, pero no tendrá la culpa solo el alcalde, la tendré yo también». 

Y así, cuando llegue junio, «valoraré lo que se ha hecho y qué beneficios ha ganado la ciudadanía con este pacto; me preguntaré qué le conviene a la ciudad. Quiero con todas mis fuerzas que funcione y en ello me implico». Gómez Cavero es muy claro: «Espero no tener que conocer si el PP está dispuesto o no a coger el Gobierno municipal en junio, porque a lo mejor les pongo en un compromiso...».

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Hablando de la oposición, Dolz pone el foco precisamente en el Partido Popular y siente que pone «demasiados palos en las ruedas» en ciertos proyectos. Gómez Cavero recuerda que la oposición «hace su trabajo», y que éste «consiste en, primero, decir que algo no viene; cuando viene y lo conocen, ya no pueden decir que no viene, pero dicen que es una castaña; y cuando se haga pues entonces ya se callarán...». Ahora bien, le da un pequeño 'tirón de orejas' al alcalde a la hora de realizar «igual demasiado pronto» algunos anuncios, ya que «hay que esperarse un poco, porque el fallo es el papeleo, porque a veces ese papeleo lleva dos o tres años, y la gente está ese tiempo esperando a que llegue y hay frustración... Solo quedan dos soluciones: o acelerar el papeleo o tardar un 'poquillo' en decir las cosas».

Dolz abrocha el debate pidiendo «celeridad» a todas las partes implicadas en este camino. «Es complicado, pero nos tenemos que poner todos en la misma línea, hay que estar encima de los informes que exigen los proyectos porque si no, duermen el sueño de los justos, y eso implica trabajar de forma coordinada entre todos los servicios… Hay que pedir celeridad, y sobre todo cuando son proyectos que generan actividad económica y empleo en la ciudad», sentencia.

Dolz enfocará su acción diaria en el «piel con piel»

El «día a día» de los conquenses. Esa es la «principal preocupación» de Darío Dolz. A partir de este nuevo movimiento, el alcalde profundizará «todavía más» en el «tú a tú» con los vecinos. Y eso es «lo que se ve y se toca a pie de calle». Está convencido de que «el mantenimiento urbano y los ocho millones de obra ya contratada nos van a dar mucho oxígeno». Dolz subraya que hay mucho sembrado, y pone sobre la mesa proyectos «ya adjudicados» como el muro de Ramiro de Maeztu, el bulevar de Cañadillas, los viales y la rotonda de Hermanos Becerril, la Plaza de Santa Ana, el barrio de La Paz, los senderos de la ciudad o la rotonda de El Sargal. Sin olvidar, porque se adjudicará en breve, el contrato de áreas infantiles por tres años a 170.000 euros anuales o los 1,5 millones para instalaciones deportivas, «de los que ya se están moviendo 550.000 euros».

La encrucijada de los presupuestos

Una de las incógnitas que el equipo de Gobierno tiene que desvelar en corto espacio de tiempo son los presupuestos. Dolz muestra sus cartas y avanza, ante la reciente de petición de Cuenca en Marcha de que se cuente con ellos, que «vamos a hablar con todos los grupos políticos, y en primer lugar con CeM». En cuanto a las líneas rojas que marca la confluencia para aportar su voto, el regidor considera que «hay que hablarlo», pues «tenemos que ser conscientes de que seguimos con un Plan de Ajuste y el presupuesto que podemos elaborar es el que es». Con ello, incide en que «el funcionamiento ordinario de la ciudad necesita sacarlo adelante», y por ello espera que «haya responsabilidad entre los grupos cuando llegue el momento de votar».

Esta semana el equipo ha realizado el «primer visionado» de las cuentas. El alcalde explica que habrá una aprobación inicial y luego se mandarán al Ministerio de Hacienda. El Ayuntamiento sigue bajo el yugo del Plan de Ajuste, aunque «esperamos que los peros que puedan poner sean los menos posibles». El Ministerio ha hecho saber al Consistorio que para abandonar al cien por cien ese Plan de Ajuste, «no puede haber ni un céntimo de deuda». «De acuerdo», añade Dolz, «pero tienen que valorar que vamos en una buena senda de amortización de deuda y que vamos a seguir así, para que eso les haga poner menos peros».