El Rebi Cuenca prepara su compromiso a domicilio de mañana (17,00 horas) ante el Balonmano Logroño con gran optimismo. El equipo, que intenta sobreponerse a las exigencias de este curso, quiere mejorar su imagen y rendimiento cuando juega fuera de casa. El entrenador, Lidio Jiménez, subraya que «necesitamos mucho más de todos» para afrontar el duelo con serias garantías y destaca que sus jugadores «tienen que perder menos balones, que es lo que nos está penalizando». El exceso de pérdidas concede muchas más facilidades al rival, que termina lanzando a portería en mayor número de veces. Eso se traduce en una gran losa que termina repercutiendo en el marcador.
De esta forma, el conjunto conquense se mide a un cuadro riojano que también viene de jugar entre semana, por lo que el desgaste no puede ser una excusa para ninguno de los dos. Teniendo en cuenta esta tesitura, el choque será «complicado para ambos», tal y como asegura el técnico conquense, que es consciente que su equipo tendrá que hacer un gran partido para sumar los dos primeros puntos de la campaña como visitante. Para tener opciones de ello es importante que «la gente esté metida» desde el pitido inicial.
Jiménez alaba que su equipo está «haciendo buenos partidos en casa», pero lejos de ella «somos irregulares». «Tenemos que ser regulares», recalca. El técnico insiste en que hay que «buscar el equilibrio para que tengamos posibilidades y opciones de poder luchar el partido hasta el final». De ahí, que el entrenador manifieste que «no podemos regalar nada, porque luego nos lastra mucho durante todo el partido».
Lesiones. El Rebi Cuenca, que marcha undécimo en la tabla, está teniendo muy mala suerte en el apartado de lesiones en este inicio de competición. Hasta la fecha, no ha podido encarar ningún encuentro con todos sus efectivos. Es cierto que Lidio Jiménez no quiere hablar de «excusas», pero es una situación que termina lastrando, ya que los jugadores tienen que redoblar esfuerzos y los periodos de descanso se reducen. Esa carga física, que se multiplica al tener dos compromisos por semana, termina pasando factura.
La buena noticia es que el joven portugués Guilherme Tavares ha completado esta semana todas las sesiones y viajará con el equipo. No es descabellado pensar que pueda jugar algunos minutos. El técnico confía en que «pueda ayudarnos» para esta misma cita. El resto de jugadores estarán disponibles, aunque la acumulación de viajes y partidos no permite que lleguen al cien por cien.
El conjunto conquense tratará de hacer un buen partido en el Palacio de los Deportes de La Rioja para regresar a casa con un buen sabor de boca antes de afrontar el parón de competición por compromisos internacionales. Es una situación ideal para sumar el primer triunfo fuera de casa y tomar unos días de descanso para reponer fuerzas y coger aire antes de encarar la recta final de año.