5 claves del perdón de la deuda de Cataluña

Agencias
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El acuerdo entre el PSOE y ERC para la investidura de Pedro Sánchez tiene entre sus puntos destacados la condonación de 15.000 millones que la región debe al Estado

5 claves del perdón de la deuda de Cataluña - Foto: Lorena Sopêna Europa Press

El trillado argumento separatista de España nos roba ha perdido mucho peso, nada menos que 15.000 millones de la deuda de Cataluña con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). El perdón a la administración catalana de tener que pagar esta cantidad es uno de los ejes del pacto suscrito entre PSOE y ERC, pero también una concesión que ya ha levantado ampollas en bastantes comunidades y partidos políticos. 

Con la lectura del acuerdo nadie se engaña, aunque haya quien prefiera ponerse de perfil. Condonar parte de la deuda a Cataluña se traduce, básicamente, en pasar al resto de las regiones la factura de los excesos fiscales del Govern, además de penalizar a las que cumplen con sus obligaciones y responsabilidades financieras; aquellas que optaron por no lanzarse por la pendiente de la irresponsabilidad fiscal. 

Y en este escenario, el FLA no es otra cosa que una línea de crédito con la que el Estado presta dinero a las comunidades para que no tengan que recurrir a los mercados para financiar su deuda. Estas son sus claves del caso:

¿Qué es el FLA?

1. El FLA o Fondo de Liquidez Autonómico es un mecanismo de provisión de liquidez que el Estado puso en marcha en 2012, en plena crisis de deuda soberana. Por aquel entonces el grueso de las comunidades vieron cerrado su acceso a los mercados de deuda y el entonces conseller de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, reclamó al Gobierno la creación de los llamados hispabonos, es decir, que el Ejecutivo avalara deuda de las autonomías.

Finalmente, se acabó aceptando la creación de un fondo por el cual se prestaban recursos a bajo interés a las comunidades interesadas en adherirse a este mecanismo y estas se comprometían a devolver ese préstamo en un plazo máximo de 10 años con los dos primeros de carencia.

¿Cuánto debe Cataluña?

2. Según los últimos datos del Banco de España, los correspondientes al mes de junio, Cataluña debe un total de 73.110 millones al Fondo de Financiación a las Comunidades Autónomas.

Esa bolsa aglutina el dinero solicitado por la Generalitat a los diferentes mecanismos de provisión de liquidez puestos en marcha por el Estado, entre ellos el FLA. Durante todos estos años, el territorio catalán ha estado acogido a este sistema de provisión de liquidez a excepción de dos años, en 2019 y en 2020, cuando pudo adherirse al llamado Fondo de Facilidad Financiera (FFF), que implica controles más laxos que los determinados por el caudal regional.

Con el recorte de esos 15.000 millones pactados con ERC, el equivalente al 20 por ciento de la deuda de Cataluña, el débito del Govern con el Estado se rebaja a 58.110 millones, y esta comunidad se ahorra unos 1.300 millones en intereses asociados.

¿Por qué ha acumulado tanta deuda con el fondo autonómico?

3. A juicio de la Generalitat, la deuda contraída con este fondo es fruto simplemente de la infrafinanciación crónica de la administración autonómica.

Según las últimas estimaciones del Ejecutivo que preside Pere Aragonès, que corresponden al ejercicio de 2021, Cataluña sufre un déficit fiscal con el Estado de unos 22.000 millones, equivalente al 9,6 por ciento del PIB catalán.

En cambio, otras comunidades autónomas y partidos como el PP achacan esa deuda a la mala gestión por parte de la Generalitat, que ha sido la comunidad que más recursos ha solicitado al FLA a lo largo de todos estos años, seguida de la valenciana.

El débito sigue creciendo año tras año, como un efecto de bola de nieve, porque Cataluña, como otros territorios, recurre al FLA para cubrir vencimientos de deuda, para financiar el déficit autorizado por el Estado para cada ejercicio y porque además cada año tiene que hacer frente a las amortizaciones de deuda del FLA de ejercicios precedentes.

Para hacerse un idea del peso que tiene este mecanismo sobre el pasivo total de la Generalitat, en febrero el Govern aprobó la solicitud formal de adhesión al Fondo de Liquidez Autonómico para 2023, al que pidió prestados un total de 11.822 millones de euros, frente a los 12.447 millones demandados en 2022.

Del total de la cantidad reclamada para 2023,  9.726 millones corresponden al retorno de deuda asociada a los diferentes mecanismos de liquidez, entre ellos el propio FLA; es decir, que el 82,27 por ciento del total de recursos solicitados para este año se usarán para repagar esos créditos de ejercicios anteriores otorgados por el propio Fondo de Liquidez.

¿Cuál es la deuda global que tiene?

4. La deuda total de Cataluña, también según datos del Banco de España, alcanza los 86.800 millones, por lo que actualmente un 84,2 por ciento de los números rojos catalanes están en manos del Estado, un porcentaje que ha ido creciendo año tras año.

Al restarle esos 15.000 millones de pasivo del FLA, el débito total del territorio también se recorta, en este caso hasta los 71.800 millones, con lo que la administración central seguiría siendo de largo el principal acreedor de la Generalitat, pero rebajaría su peso hasta el 80,9 por ciento aproximadamente.

¿Podrá volver a los mercados financieros?

5. La Generalitat considera que el pacto suscrito con Esquerra supone una corrección del déficit fiscal y el ministro de Presidencia en funciones, Félix Bolaños, apuntó en la firma que el acuerdo facilitaba el regreso de Cataluña a los mercados financieros.

Pero todavía es pronto para decir cuándo volverá a emitir deuda el Govern, porque aunque se ha rebajado en 15.000 millones su pasivo, todavía tiene mucha dependencia del FLA y es probable además que la financiación que obtuviera al colocar deuda se acabara obteniendo a un interés mayor que la recibida mediante este fondo.

En los últimos años, la Generalitat ha logrado que la mayoría de las agencias de rating situaran su deuda en el grado de inversión y que dejara por tanto de ser bono basura, por lo que la colocación de deuda -en los últimos años ha sopesado colocar un bono verde- es más una cuestión simbólica para la Generalitat que de ahorro financiero.