Las reclamaciones de energía superan las de telecomunicaciones

Miguel A. Ramón
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En tan solo cuatro años, las reclamaciones de los conquenses por telefonía e internet han pasado de representar el 35% del total al 17,6%, mientras que las del servicio eléctrico y de gas ya suponen el 24%

Las facturas eléctricas y del gas concitan numerosas reclamaciones. - Foto: E.P.

Los servicios de electricidad y gas se están convirtiendo en el principal foco de las reclamaciones de los consumidores conquenses en los últimos tiempos, hasta el punto de desbancar de la parte más alta de la clasificación a las ya clásicas de telefonía e internet, que han venido copando las preocupaciones y enfados de los usuarios de la provincia en los últimos años.

La brutal escalada de precios de la energía en los dos últimos ejercicios, sin duda, tiene mucho que decir en estos constantes problemas de los consumidores con la factura eléctrica y de gas, todo ello unido, según coinciden las asociaciones de consumidores, a las malas prácticas de las empresas suministradoras de energía, con la facturación en función de estimaciones, cuantías erróneas en facturas o cambios de tarifa.

La verdad es que los últimos datos del Servicio de Consumo, que vuelve a estar bajo el paraguas de la Delegación Provincial de Sanidad, son claros y muestran una notable caída del número de las reclamaciones en el sector de las telecomunicaciones, que en cuatro años han pasado de suponer el 35% del total al 17,6% en 2022, aunque, eso sí, continúan siendo las más numerosas.

Las facturas eléctricas y del gas concitan numerosas reclamaciones.Las facturas eléctricas y del gas concitan numerosas reclamaciones. - Foto: Luis López Araico

Así lo constata a La Tribuna el delegado provincial de Sanidad, José María Pastor, quien apunta que de manera paralela, especialmente a partir de 2021, han ido creciendo las reclamaciones de los consumidores en el suministro de electricidad y gas hasta superar a las de telefonía e internet, que el pasado ejercicio ya llegaban al 24 por ciento del total.

Cifras anuales. Pero más allá de los sectores que concitan el mayor número de reclamaciones entre los consumidores, Pastor pone el foco en el descenso del volumen de las mismas en los últimos años.

Y es que de las 512 reclamaciones interpuestas por los usuarios conquenses en 2021 se ha pasado a las 478 del pasado 2022, 34 menos, lo que supone un descenso del 6,6 por ciento. Comportamiento totalmente distinto al experimentado por los expedientes abiertos derivados de dichas reclamaciones, puesto que en 2021 se iniciaron 43 expedientes, de los que 38,  el 88,4%, terminaron en sanción, mientras que en 2022 fueron 49 expedientes, de los que 45, el 91,8%, concluyeron en sanción.

Diferencias que se agigantan más aún si se echa la vista cuatro años atrás. Y es que el número de reclamaciones de los consumidores en 2019 se elevaron a 561, un 14,8% más que en 2022, cuando se registraron 83 menos. Y en sentido contrario los expedientes iniciados  por dichas reclamaciones crecieron, en este caso en un 12 por ciento, al pasar de 33 a 45.

En palabras de Pastor, «lo importante para nosotros es que haya avenencia entre consumidor y empresario reclamado, lo que, por ejemplo, ha permitido que en 2022 los consumidores hayan obtenido más de 10.000 euros de beneficio».

Pero dentro de la acción del Servicio de Consumo también está la inspección y, de hecho, en 2022 se llevaron a cabo 1.141, de las que 484 correspondieron a campañas, tanto nacionales como regionales, y 494 a la Red de Alerta de Productos de Consumo.

OMIC y Puntos de Inclusión Digital. El titular de Sanidad tiene claro que la administración regional es «el garante de la protección y defensa de los consumidores y usuarios» y en esa labor cuentan con la colaboración de los ayuntamientos, a través de las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC), que en la provincia son un total de 13.

De ahí que Pastor subraye la labor de apoyo del Servicio de Consumo de la Delegación Provincial de Sanidad hacia estos recursos asistenciales, lo que permite que «haya una coordinación perfecta en las actuaciones en materia de consumo en la provincia».

Pero no solo las OMIC sirven de herramienta a favor de la protección y defensa de los consumidores, sino que también se cuenta con los 211 Puntos de Inclusión Digital existentes por toda la provincia. 

Un recurso que comenzó a implantarse en la comunidad autónoma a raíz de la modificación, allá por 2019, del Estatuto de las Personas Consumidoras de Castilla-La Mancha con el objetivo de acercar esta atención a los consumidores de aquellos municipios que no cuenten con una OMIC.

Gracias a estos puntos, cualquier vecino, sin necesidad de grandes conocimientos informáticos, puede acceder a un servicio de atención e información en materia de consumo, donde pueden tramitar sus consultas sin ningún problema. Para ello se ha habilitado una función en los ordenadores de estos puntos que permiten videoconferencias y, de esta manera, los consumidores pueden tener ese contacto con los técnicos de Consumo, quienes les informan y solventan esas dudas, reclamaciones, etc.