Editorial

La primavera trae brotes verdes para el empleo en España

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El mes de mayo concluyó con buenas noticias a nivel laboral. La bajada del número de desempleados en 49.260 personas evidencia que poco a poco España se está levantando del mal de la pandemia y la recuperación del empleo permite ser más optimistas que hace unos meses.

Las cifras conocidas el viernes no son para lanzar las campanas al vuelo si tenemos en cuenta que mayo es históricamente un mes en el que suele descender el número de parados, de hecho, es inferior a a los mayos de 2022 y 2021, en los que bajó en 99.512 y 129.378 personas, respectivamente. Además, si exceptuamos el 2020, año de la llegada de la pandemia del coronavirus, la disminución del paro en mayo es la menos abultada desde 2012, cuando el desempleo cayó en poco más de 30.000 personas.

Es cierto que el descenso es una buena noticia, sobre todo si tenemos en cuenta que se produce por tercer mes consecutivo, lo que parece consolidar una tendencia positiva que refleja los esfuerzos de la sociedad española por recuperar las cifras anteriores a 2020.

En este sentido, España va por el buen camino, ya que en el último año el desempleo acumula un descenso de 183.881 parados y, además, según los últimos datos el mes pasado, el paro bajó en todos lo sectores económicos, una buena noticia a la que se une también el descenso del desempleo juvenil, que con 188.043 parados se sitúa en su mínimo histórico. También hay que destacar que bajó en todas las comunidades autónomas, especialmente en Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia.

Está claro que las políticas del Gobierno han permitido aumentar la creación de empleo, pero cabe destacar en este aspecto el papel del sector empresarial, que ha demostrado en este tiempo una capacidad de adaptación para liderar la recuperación económica, apoyado en la confianza de los inversores tanto nacionales como extranjeros.

Además de la importancia que tienen estos datos en el aspecto económico, también hay que tener en cuenta su influencia en el social. Y es que cada empleo nuevo es un ingreso para las familias españolas, así como una oportunidad para el crecimiento personal y profesional del individuo.

Ahora llegan meses en los que tradicionalmente las cifras de creación de empleo son buenas, pero también hay que mirar más allá y no descuidarse ni relajarse, porque España tiene muchos desafíos por delante. La recuperación económica debe tener continuidad y a su vez ser colectiva, es decir, que nadie se quede atrás.

Acabamos de salir de un proceso electoral que augura tiempos de cambio si la tendencia se confirma en los comicios del 23 de julio, la estabilidad política puede venir bien para reforzar la recuperación de la economía nacional.