El campo pierde más de 2.000 trabajadores desde 2012

J.L.E.
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La crisis del sector tiene en la falta de relevo generacional un efecto visible en la provincia con la pérdida de más de 2.000 agricultores y ganaderos en doce años

El campo pierde más de 2.000 trabajadores desde 2012 - Foto: Reyes Martínez

El cansancio del mundo del campo demuestra con su pulso desde hace más de una semana que es necesario cambiar muchas cosas para que las explotaciones agrarias y ganaderas sean rentables. Desde el pasado día 6 de febrero las movilizaciones se suceden y la solución al problema que afecta a agricultores y ganaderos parece lejana.

El incremento de los costes de producción, la competencia desleal,  la excesiva burocracia, una Política Agraria Común que impone  limitaciones   al   uso   de   fertilizantes,   fitosanitarios  y medicamentos ganadero, las exigencias medioambientales o un acceso al agua para regar cada vez más complicado ha puesto en pie de guerra al sector primario.

La consecuencia de estas políticas que desde hace años se aplican a los agricultores y ganaderos es la falta de rentablidad de las explotaciones, una realidad que viene aparajeda con otra situación más triste: el abandono del campo.

Las mayores exigencias ponen trabas al necesario relevo generacional porque cada vez menos personas quieren dedicarse al sector primario. La consecuencia se puede encontrar en el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, concretamente en la cifra de afiliados. Según la estadística de afiliados a fin de mes, el campo conquense perdió desde 2012 cerca de una 20 por ciento de trabajadores afiliados a los distintos regímenes de la SeguridadSocial relacionados con la actividad agraria y ganadera. 

Hace doce años en el territorio conquense se contabilizaban 70.962 afiliados a la Seguridad Social de los que 6.530 pertenecían al denominado  Sistema Especial de Trabajadores por Cuenta Ajena Agrarios, mientras que otros 5.046 erán autónomos y cotizaban en el Sistema Especial para Trabajadores por Cuenta Propia Agrarios, más conocido como SETA. Es decir, el campo conquense sumaba en 2012 la cifra de 11.576 trabajadores a la Seguridad Social. A finales de enero, esa cifra se ha reducido en 2.231 afiliados, al sumar 9.363 afiliados en el sector primario conquense. En terminos porcentuales representa una pérdida por encima del 19 por ciento en una docena de años. En concreto, el Sistema Especial de Trabajadores por Cuenta Ajena Agrarios contaba con 5.028 afiliados, mientras que el SETA contabilizaba 4.335.

Menos tierra de cultivo. La disminución de agricultores y ganaderos de la provincia está acompañado por notable reducción de tierras de cultivo. El anuario más reciente de Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, de 2021, cifraba en 744.775 las hectáreas de tierras de cultivos, de las que 695.665 eran de secano y 49.117 de regadío. Según el Anuario, pero con cifras de 2013, en la provincia había 796.639 hectáreas de cultivo, de las que 750.702 era de secano y 42.937 hectáreas de regadío. Es decir, entre 2013 y 2021 la provincia ha reducido sus tierras de cultivo en alrededor de 50.000 hectáreas.