Con la palabra de Dios

Manu Reina
-

Marina Moya impartirá clases de Religión en Huerta del Marquesado, Salvacañete y Cañete con la Biblia como libro de texto

Con la palabra de Dios - Foto: Manu Reina

Desde muy pequeña tenía claro que quería ser docente y, en concreto, focalizar sus esfuerzos en predicar la palabra de Dios desde las aulas de los colegios, independientemente del lugar o la distancia que le separase de su domicilio. Marina Moya, que reside en la capital, sabe muy bien cuál es su propósito y desde hace un año ya puede compartir sus creencias con sus alumnos, siempre con un gran entusiasmo e ilusión. 

Ella es profesora de Religión y en su segundo curso académico, que arrancará oficialmente el próximo lunes, impartirá clases en los colegios de Cañete, Salvacañete y Huerta del Marquesado, después de su primera experiencia en Iniesta. Esta docente, que se declara como una persona católica practicante, explica que «es muy importante estar en un espacio público donde haya o no haya personas creyentes, ya que se puede predicar la palabra tanto a los alumnos como a los profesores que así lo deseen». 

En su día a día intenta que las clases «sean dinámicas y que los estudiantes realicen diferentes actividades que les permita conocer el catolicismo y se interesen por ello». El desarrollo lectivo en un aula ha cambiado y no es igual que hace años, por lo que tiene que «adaptar la metodología de enseñanza a los nuevos tiempos». Tanto es así, que «hacemos lecturas y dibujos dinámicos, con contenido interactivo, además de distintas evaluaciones a lo largo del curso». 
Los estudiantes pueden aprender los aspectos básicos del catolicismo y durante los meses académicos «les gusta mucho cuando les explico qué es la Navidad, la Semana Santa o el mes de la Virgen María». También tiene que resolver preguntas que los propios niños le lanzan, «y que creo que muchas veces sus padres no saben responder, aunque es algo normal», manifiesta. 

En esta nueva etapa tendrá que lidiar con un gran peso en su mochila, como es una distancia de 70 kilómetros que separan su casa con su pupitre, aunque a ella no le importa. Su calendario laboral le mantiene de un lado a otro, pero ello tampoco le impide cumplir con su cometido. De hecho, Marina tiene que dar clases los lunes y martes en Cañete, mientras que los miércoles debe asistir al colegio de Huerta del Marquesado antes del recreo y después del mismo trasladarse al de Salvacañete. El jueves completará su jornada lectiva semanal de 15 horas con varias clases de nuevo en Cañete. Entre un centro y otro, esta docente conquense impartirá clases a medio centenar de alumnos. 

Esta joven, que cursó el grado de Magisterio Infantil y se especializó en las cuatro asignaturas de Religión de la titulación para conseguir la cualificación para impartir clases, subraya que «no me importa donde tengo que irme si tengo trabajo y puedo hacer lo que más me gusta». Marina reconoce que «me puede costar un poco al principio» este año, pero tiene claro que esta segunda experiencia académica «me va a ayudar mucho a crecer tanto como persona como por profesora». 

Como profesora intenta compartir vehículo en este traslado que le supone casi una hora en carretera, «porque si vamos varios compañeros podemos ahorrarnos el gasto de gasolina». Por suerte, ella sí que puede alternar su coche y el de sus compañeros para viajar hasta su puesto de trabajo. «Es un método que nos viene muy bien a todos y el viaje se hace mucho más ameno». 

Creencia. Marina Moya, que asiste periódicamente a la iglesia de San Esteban para encontrarse con Dios, tiene muy claro cuáles son sus convicciones en esta vida, y a sus 28 años de edad ya da sus primeros pasos en el mundo de la docencia, que era su gran pasión. Ella explica, bajo su criterio, que «hay mucha inquietud porque hay gente que no se acaba de fiar de que lo que dice la iglesia es verdad», entre otras cosas, «porque cuando hay algo que no lo puedes ver, controlar o tocar, te genera desconfianza». Pero, «es que la fe consiste en eso, precisamente en creer y en fiarte», concluye.