La posesión improductiva

Roberto Morales (EFE)
-

España deja ante Japón el mejor dato de dominio de balón del torneo sin poder transformarlo en un triunfo

Busquets realiza un pase ante los nipones. - Foto: Darko Vojinovic (lapresse)

El dominio de un partido desde una posesión abrumadora no siempre va ligado a la superioridad sobre el rival. Mucho menos al triunfo. Da buena fe de ello la selección española. Con el recuerdo aún fresco de su última eliminación mundialista, en Rusia'18 con un 75 por ciento de posesión de balón para realizar un solo disparo a puerta en el duelo de octavos con prórroga incluida. En su primera derrota en el Mundial de 2022, ante Japón, dejó el mayor dominio del torneo y su peor imagen. 

La Roja tiró por tierra la imagen arrolladora de su estreno ante Costa Rica. El dominio con verticalidad y pegada para firmar la mayor goleada de su historia en una Copa del Mundo (7-0). Con pleno de aciertos en los disparos a puerta.

Con la relajación mental que conlleva sentir el trabajo hecho y encarar el partido ante Japón sintiéndose en octavos de final, reapareció su endeblez defensiva y un aspecto preocupante, el abuso de pases hacia atrás, la falta de descaro en el uno contra uno y un mal balance ofensivo.

La tenencia de pelota del cuadro nacional ante Japón pasó a ser la mayor de todo el campeonato, un 82 por ciento, que ya será difícil de superar por cualquier selección en las eliminatorias en las que existe mayor igualdad. Fue el mismo dato que ante Costa Rica, pero con una puesta en escena radicalmente distinta.

Se personifica en Pedri. Perdió un solo balón en todos sus pases ante los 'ticos' y fue el jugador español con más imprecisiones contra los nipones, hasta 13, una más que Pau Torres, cuyos errores en la entrega provocaron más de una acción de peligro a favor del oponente.

Datos negativos

Pero es que, además, el cambio sintomático en la gestión de la posesión se aprecia en un dato que muestra a Gavi con 16, Pedri con 15 y Sergio Busquets con 14, como los que más abusaron del pase hacia atrás.

Los tres centrocampistas titulares de la Roja no encontraron receptores para avanzar ni la fórmula para inventar espacios ante un rival encerrado en su campo, defendiendo con 10 efectivos por detrás de la línea de balón. Solamente Pedri intentó tirar del equipo hacia adelante con 75 envíos verticales por los 26 de Busquets y los 19 de Gavi.

«El fútbol es un deporte inexplicable. A ver cómo explico que hemos dominado 80 minutos a Japón y perdimos», reflexionó Luis Enrique. «Nosotros intentamos tener balón en campo contrario y nos defendemos con la pelota», explicó. 

En esta ocasión, España no defendió desde la posesión ni la presión alta. Fue vulnerable y mostró las peores sensaciones en el torneo. Algo que tendrá que mejorar para derrotar a Marruecos.