Miguel Romero

Miguel Romero


Con la Virgen del Rosario Cuenca se hermanó

04/10/2023

Nos llega, con este fin de semana (7 de octubre) la celebración de Nuestra Señora del Rosario, Virgen patrona de muchos lugares de nuestra geografía provincial: Vara de Rey, Fuentes, Fuertescusa, Horcajo de Santiago, Villar del Humo, y un sinfín de pueblos. Su celebración se remonta en la iglesia católica al año 1572 y fue establecida dentro de la liturgia por el papa dominico Pio V.

Pero me atrae aquí esta imagen porque, Cuenca de España y Cuenca de Ecuador, son dos ciudades hermanadas desde la propuesta realizada el 17 de marzo de 2000 con la visita del alcalde conquense José Manuel Martínez Cenzano a la ceremonia de colocación de la plaza que nominaba a la Atenas del Ecuador con el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Aquella ciudad de Ecuador nacería con un primer nombre 'Santa Ana de los Ríos de Cuenca', en honor a nuestra ciudad española donde había nacido el virrey Don Andrés Hurtado de Mendoza, fundador de la misma. 

Sin duda, lo que ha hecho que ambas ciudades compartan cultura, tradiciones, historia y sentimientos, lo puso en valor la Virgen del Rosario, allí llamada 'La moreneta'. Fue traída desde España a la Cuenca ecuatoriana, gracias a los hermanos dominicos en el año 1933 y se quedó como patrona porque se coronaría en la iglesia de Santo Domingo de aquel lugar, quedando para siempre como su Virgen y Señora.

Igualmente, en la misma ciudad de Cuenca del Ecuador, en su blanca parroquia de Chiquintad, se honra a esta imagen, recordando que su procedencia dominica española le honró en tiempos de colonización.

En Cuenca, en España, nuestra ciudad, la Virgen del Rosario no tiene una advocación parroquial, y sin embargo, es una devoción mariana muy extendida en toda nuestra provincia y mantiene esos lazos de historia, los mismos que aquellos Hurtado de Mendoza, marqueses de Cañete y Guardas mayores de la ciudad, mandaron extender por todo su extenso territorio colonial, tanto en la magnífica ciudad de Puebla en México, como en Cuenca del Ecuador.

Una vez más, los pueblos se hermanan por razones de cultura y tradición, sin que la historia religiosa o la historia profana provoquen diferenciación alguna.

Celebremos pues esta festividad, en todos cuantos pueblos conquenses así lo muestren y sigamos haciendo honor a la semblanza que la historia rica de nuestro pasado, hace de los pueblos, comunión de hermandad y hermanamiento como señas de identidad.