Romero Girón, el último ministro de ultramar

Óscar Martínez Pérez
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Romero Girón, el último ministro de ultramar

Muchos han sido los conquenses ilustres que el siglo XIX ha legado a la historia de España. Sin duda uno de ellos, Vicente Romero Girón, fue uno de los más destacados... Nacido en la Alcarria de Cuenca, en Valdeolivas, en 1835, fue un insigne personaje progresista en su conducta política y civil. Como otros tantos conquenses ilustres, pasó por las aulas del Seminario de San Julián de la Plaza de la Merced sin número y después por el Instituto de Cuenca. De allí marchó a la capital española para estudiar leyes y hacerse un destacado abogado, llegando a ser el mejor penalista español de su tiempo, consiguiendo la cátedra de Derecho Penal en la Universidad Central. Siendo muy joven se verificó su presencia de forma muy activa en la revolución de julio de 1854.

Sus ideales políticos y sociales le llevaron a militar siempre en fuerzas políticas progresistas y liberales de una manera visceral y, en ocasiones, con intensidad radical, considerándosele en alguna ocasión como un verdadero revolucionario. Hacía 1860 y de la mano del jurisconsulto Llerín comenzó a ejercer la abogacía y a la vez la actividad política. Socio de la Tertulia Progresista, se involucraría en el programa democrático del partido progresista además de ejercer el periodismo político desde las páginas de los periódicos y las academias. Hasta 1864 fue redactor del periódico La Discusión que dirigía Pí y Margall, participando paralelamente en los célebres debates sobre el jurado, destacando su talento y erudición hacia un tema tan importante para la judicatura de aquella época. En 1865 comenzó a conspirar «por el triunfo de la libertad», siendo detenido y encarcelado en 1867 en la prisión de Saladorra, donde contrajo una enfermedad que a punto estuvo de costarle la vida.

Diputado por Cuenca. La revolución de septiembre de 1868, «La Gloriosa», le «pilló» en Cuenca, donde estaba recuperándose de la terrible enfermedad que había padecido durante su estancia en prisión. Participó en la junta revolucionaria de Cuenca, siendo clave su radicalidad... Tras volver a Madrid, reingresa en la Universidad Central como auxiliar de la Facultad de Derecho, dando clase de Legislación Comparada. Su sueldo lo cedió íntegramente al Instituto de Cuenca. 

En las Cortes Constituyentes de 1869 los conquenses lo eligieron diputado, en el concepto de demócrata monárquico. Participó de forma activa y docta en la preparación del proyecto de Constitución, destacando una vez más por su lógica contundente y su dominio de la palabra. En sus primeras actuaciones como diputado por Cuenca presentó cuatro destacados proyectos para abolir la pena de muerte, además de otros tantos para implementar el Registro Civil, la derogación penal de los ataques a la religión o la secularización de los cementerios...

Bajo la regencia del general Serrano, Romero Girón fue nombrado subsecretario del Ministerio de Ultramar, cargo que ejerció con todo sentido democrático y a la vez, como siempre era su caso, radicalmente. Fue uno de los personajes del partido radical, que dirigió Ruiz Zorrilla. Como enemigo de la monarquía borbónica firmó el manifiesto que en abril de 1880 vio nacer al partido republicano progresista, que dejaría al año siguiente para ingresar en el partido fusionista de Sagasta.

En 1881 es senador por Cuenca; al año siguiente contribuyó de forma notable a redactar la ley de juicio oral y público y en 1883 Sagasta lo nombró ministro de Gracia y Justicia, cargo que ocupó poco tiempo siendo de nuevo nombrado por Sagasta Senador vitalicio.

Último ministro de ultramar. 1898 año del desastre en el que España perdió casi todos sus territorios de más allá de las Columnas de Hércules (Cuba, Filipinas, Puerto Rico e islas y archipiélagos en el Pacífico) es cuando Romero Girón es nombrado Ministro de Ultramar, en el gobierno de Sagasta. Quince días después de la derrota de la armada española frente a la flota estadounidense en las aguas Filipinas, y tras la dimisión del anterior ministro Segismundo Moret, Girón será el último en dirigir y ocupar esta importante e histórica cartera para la nación que llegó a ser el mayor imperio sobre la tierra.

El ministro conquense sufrió con amargura y encajando, con dignidad, los duros golpes que los yanquis infligieron a la nación española. Girón fue el encargado de firmar las derrotas y las cesiones de soberanía que sufrió el gobierno de España. Finiquitado nuestro ya menguado imperio, el ministerio desapareció para siempre en el año 1900.