Según explicó el alférez de Intervención de Armas la concesión de la licencia no implica tenerla  permanentemente pues, además de las oportunas renovaciones, puede ser retirada por la autoridad competente que en este caso es la Subdelegación del Gobierno previo informe de la Comandancia de la Guardia Civil.

«No es raro y, además, es algo relativamente frecuente la retirada del permiso y de las armas», matiza Rozalén y explica que en la mayoría de los casos están relacionados con delitos de violencia de género o malos tratos. «En estos casos se hace como medida cautelar y una vez retiradas se procede a hace la propuesta para la revocación del permiso».

Otros de los supuestos en los que se puede perder el permiso es por delitos de lesiones. Las infracciones de caza, a pesar de ser el uso más habitual de las armas, es el motivo menos frecuente de retirada ya que tendría que ser «delitos muy graves y donde se dé reiteración para perderlo».

Las personas que ya no quieren seguir en posesión de una escopeta tiene la opción de venderla o bien entregarla a la Guardia Civil para su subasta o destrucción. En el caso de que por valor sentimental quisiera conservarla sin tener el permiso de armas el interesado tendría que enviarla al Banco Oficial de Pruebas de Eibar, el único lugar de España donde se pueden inutilizar con el obligado certificado.