El Real Madrid mantuvo este domingo su idilio con la Supercopa Endesa 2023 después de batir por 81-88 al Unicaja en la final disputada en el Palacio de los Deportes de Murcia y sumó su décimo trofeo en la competición, sexto seguido, aunque encontró mucha resistencia de su rival, que tuvo opciones hasta el final tras una mala primera mitad.

El conjunto madridista no falló en su cita con el primer título de la temporada, pero le costó, seguramente más de lo esperado después de irse al descanso 31-44 y con mejores sensaciones. Pero el campeón de la Copa del Rey fue capaz de sobreponerse en un gran tercer cuarto y mantuvo sus opciones hasta que sufrio un 'apagón' ofensivo en el peor momento posible y que le costó sus opciones.

En una final sin grandes actuaciones individuales, Facundo Campazzo fue elegido el 'Jugador Más Valioso' de la final después de liderar al campeón de Europa con 19 puntos y 5 asistencias para 23 de valoración, aunque estuvo menos fino de lo habitual con 5 pérdidas. Mario Hezonja, con 17 puntos, escoltó al argentino, mientras que Unicaja, que supo detener el impacto de Walter Tavares pese a su 'doble-doble' (12-11), echó de menos más frescura en un equipo donde sobresalieron Kendrick Perry (17), Dylan Osetkowski (14, 10 en el último cuarto) y Will Thomas (14), pero lo compensó con mucho carácter.

El Real Madrid sigue con su idilio con la Supercopa Endesa

Ibon Navarro apostó de inicio por jugar con 'bajitos' y por intentar que Will Thomas y Dylan Osetkowski sacasen de la zona a Tavares, mientras que Chus Mateo, ante la baja de Gaby Deck, le dio la alternativa a un Eli Ndiaye, errático desde la esquina donde falló sus tres triples liberado.

Sí salieron más 'enchufados' Perry, Musa y Hezonja. El base, pese a su inferioridad para defender a Hezonja, hizo daño en ataque al encestar sus tres primeros triples, que curiosamente serían los únicos de su equipo hasta el final del tercer cuarto; el bosnio y el croata lideraron la respuesta madridista combinándose para 16 de los 21 puntos de los primeros diez minutos donde la bajada de eficacia exterior cajista permitió a su rival ponerse por delante (17-21) pese a acumular hasta siete fallos desde el tiro libre.

El segundo cuarto se lo hizo largo al Unicaja que, pese a mejorar en las pérdidas (6 en el primer cuarto) se atascó ofensivamente, con un duro 0/6 en el triple, y que únicamente recibió las buenas noticias de los problemas de faltas de Vincent Poirier (3) y Tavares, que cometió la segunda con más de cinco minutos por jugarse hasta el descanso y que hizo que Mateo jugase con Yabusele y Ndiaye como pareja interior.

Pero el campeón de Europa demostró su mayor fondo de armario y ya comenzó abriendo brecha al inicio de los segundos diez minutos (23-32). El equipo de Ibon Navarro trató de replicar con buenas defensas, sin premio en ataque, y se marchó al descanso con mucho por remar tras el 'show' de Campazzo. El base argentino entró en uno de esos momentos y firmó ocho puntos seguidos para poner a los suyos con una buena renta para afrontar el segundo acto en el Palacio de los Deportes (31-44).

Reacción del Unicaja 

El Unicaja estaba obligado a mejorar en ataque, sobre todo en el triple (3/16), si quería recuperar sus opciones en esta final, y lo logró, apoyado en una gran actitud defensiva. Pese a que Hezonja atajó el primer conato de rebelión cajista para mantener la ventaja por encima de los diez (35-49), el segundo fue más contundente, aunque Chus Mateo lo había intentado detener.

El campeón de Copa del Rey tiró de carácter y firmó un parcial de 8-0, que podía haber sido incluso mejor, para volver a entrar en el partido (43-49), neutralizando a Tavares y a un Campazzo ahora descentrado. El Real Madrid encadenó muchos errores (6 pérdidas) y además su rival le castigó su balance defensivo. El conjunto malagueño puso fin a su pésima racha en el triple y se llegó a poner por delante (56-54), pero los madridistas apretaron y alcanzaron el último cuarto por delante tras un 0-7 (56-61).

Poco le duró ese esfuerzo final al campeón de Europa. Osetkowski lideró el nuevo arreón cajista y con ocho puntos casi seguidos, más la mejoría del triple, dejaron claro que había mucho por decidir en unos minutos llenos de alternativas. La siguiente réplica vino por el bando de los de Chus Mateo, un 0-9 para entrar por delante a los cinco minutos finales (69-75).

Unicaja sufrió un parón ofensivo en el peor momento y se pasó casi tres minutos y medio sin anotar, aunque el peaje no fue demasiado caro para sus opciones con 3:30 por jugarse (71-77). Kameron Taylor desperdició un '2+1' para poner más emoción y Poirier, jugando los minutos claves en lugar de Tavares, certificó el título.