El reciclaje de envases de vidrio en Cuenca no parece haberse recuperado del golpe asestado por la pandemia y en este 2023 continúa arrojando cifras por debajo de los niveles de 2019, que precisamente fue cuando se había alcanzado el mayor volumen de los últimos ocho años.
Y no es que los conquenses y los hosteleros hayan cambiado de comportamiento y estén menos concienciados con la importancia del reciclaje del vidrio, sino que la actual coyuntura económica, marcada por la guerra de Ucrania y la escalada de precios, parece situarse detrás de este nuevo patrón.
Al menos, así lo ve Ecovidrio, entidad sin ánimo de lucro dedicada a gestionar la recogida selectiva de residuos de envases de vidrio en nuestro país, que, según asegura a La Tribuna, «la inestabilidad e inflación está haciendo que haya caído mucho el consumo hasta el punto de que se están comprando y consumiendo menos productos envasados en vidrio y se está yendo menos a los bares, así que hay menos residuo que reciclar».
No en vano, cifra en un cinco por ciento la caída media del consumo en nuestro país, que, según subraya, «es trasladable a lo que está ocurriendo en Cuenca, especialmente, en la capital, al concentrar mucho turismo y hostelería, que le hace acusar más aún el sufrimiento de la actividad económica».
Muestra de ello es el descenso del 5,2% registrado en la capital durante el primer semestre del presente ejercicio, cuando se recuperaron 348 toneladas de residuos de envases de vidrio por las 368 de la primera mitad de 2022, según los datos facilitados a La Tribuna por Ecovidrio.
Una evolución que no se da en la misma proporción en el resto de la provincia, donde de enero a junio se recogieron 1.125 toneladas, casi un 1 por ciento más que hace un año, cuando se quedaron en las 1.116.
Últimos ocho años. En los últimos ocho años, la evolución del reciclaje de vidrio en la capital conquense ha resultado un tanto dispar en la primera mitad de este periodo, hasta llegar a 2019, cuando se alcanzó el volumen máximo de la última década, al igual que ocurriera a nivel nacional.
Desde ese momento, se inició una caída en picado, con el confinamiento, cierres totales en la hostelería o aperturas parciales y cambios en los patrones de consumo, que llevó a ver reducir en casi un 20% la cantidad de vidrio recogido en la capital, al pasar de las casi 891 toneladas de 2019 a las algo más de 731 de 2022.
Cifra esta última, que, incluso, se sitúa por debajo de la conseguida hace ocho años, en 2015, cuando se llegaron a superar las 764 toneladas, un 6,7 por ciento más que al cierre del pasado ejercicio.
Evolución también dispar la registrada en la provincia, aunque en su caso, se traduzca en un incremento del reciclaje si se compara 2022 con 2015, puesto que se pasó de las 2.248 toneladas recogidas hace ocho años a las 2.368 al término del pasado año.
Al igual que ocurriera en la capital, 2019 sobresalió sobre los demás hasta casi reciclar las 2.500 t, un volumen un 5,6% por encima del total de 2022.
Por municipios, indicar, como es de esperar, que las mayores recogidas en 2022 correspondieron a las localidades con más población y, tras Cuenca capital, se situaron Tarancón (161,4 toneladas), San Clemente (85,4 t), Motilla (82,3), Las Pedroñeras (71,2), Iniesta (63,6), Mota del Cuervo (59), Quintanar (53,7), El Provencio (38,9) y Villanueva de la Jara (35).