Querían darle una vuelta de tuerca a cómo vivir una fiesta de reguetón y en apenas unos meses lo han conseguido gracias a una exhaustiva preparación y a una gran capacidad para movilizar masas. Una de las claves de la gran irrupción es la gran puesta en escena donde todos los detalles llaman la atención y el asistente tiene la oportunidad de cantar sus canciones preferidas en un entorno alegre, divertido y repleto de emociones. Así es como tres jóvenes conquenses empiezan a hacerse notar en el mundo de la organización de espectáculos musicales. Vidal Pérez, Carlos López y Darío Huerta han creado la marca bloom y desde el pasado mes de enero ya han dejado una pequeña huella y esperan que cada vez tenga más tamaño. «Queremos vivir el reguetón de una forma distinta a como se ha hecho hasta ahora», señalan los tres.
Hasta la fecha han organizado tres fiestas y todas ellas con una gran afluencia de público, concretamente de edad joven. Las dos primeras tuvieron lugar a finales de enero en Andorra, una de ellas en una discoteca y otra, al día siguiente, como parte de un festival en la nieve. «Queríamos irnos hasta allá para hacer marca y para empezar a darnos a conocer», explica Darío. Y vaya que si lo consiguieron. En el país vecino congregaron primero a 700 personas y un día después a un total de 2.000. «Estamos muy contentos con el éxito que tuvieron las dos fiestas», recalca Carlos, que actúa como DJ al igual que su compañero Darío.
Tras empezar con buen pie decidieron hacer la tercera en tierra conquense, concretamente en Motilla del Palancar. En este municipio «volvimos a congregar a 2.000 personas» el pasado 15 de abril. No tuvieron dificultades para citar a tantas personas porque lograron contratar a Alvama ICE y a José de Las Heras, que son dos de los djs nacionales más famosos en el mundo del reguetón. Nadie podía salir mal. Mucho menos si ellos mismos se encargaban de contratar «los escenarios, las pantallas, la cartelería, el sonido, la emergencia, la seguridad, los baños y cualquier aspecto que sea necesario para celebrar un festival», explica Vidal, que es natural de Villalpardo al igual que Darío.
Promoción. El hecho de manejar las redes sociales a la perfección es un punto a favor para ellos, puesto que aprovechan las bondades de estas herramientas digitales para informar de sus eventos. Tampoco tienen reparos en invertir en camisetas, sudaderas y cualquier elemento que les ayude a difundir su marca. «Todo el dinero que estamos ganando lo estamos invirtiendo para seguir creciendo», subraya el sanclementino Carlos.
Llegados a este punto no quieren parar. Los tres jóvenes, que comparten una gran amistad, ya piensan en la cuarta fiesta que piensan montar. Aún no hay una fecha confirmada, pero la idea es hacerla «a principios de verano». Lo que sí es seguro es que se va a hacer sobre suelo conquense porque «queremos poner a Cuenca en el mapa, que es uno de nuestros objetivos», asegura Darío. Tal es así que están ya centrados en la organización e incluso han rechazado, por el momento, propuestas de hacer una fiesta en Pamplona, Aranjuez o Ibiza. Y es que estos tres emprendedores quieren ir «paso a paso y sin prisas», señala Vidal. E incluso les gustaría poder hacer una en la capital conquense y ponen como ejemplo «una prefiesta de San Mateo».
El objetivo que se marcan es vivir un reguetón «inmersivo» donde los asistentes a la fiesta puedan disfrutar de «un gran decorado, confetis, muchas luces o megatrón, entre otros elementos, que nos ayuden a crear mucho estímulo», indican. Por ahora lo están consiguiendo y los límites los marcarán ellos mismos, pero lo que está claro es que están triunfando pese a llevar poco tiempo en el mercado.