Coto privado de setas

J. López
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Valdemeca y Huerta del Marquesado son los dos únicos municipios de la provincia que aplican una tasa para los buscadores de hongos

Con la llegada del otoño es habitual que los amantes de la micología salgan a los bosques de la provincia en búsqueda de las diferentes variedades de setas y hongos. Son numerosas las zonas de arboledas que acumulan durante los fines de semana, sobre todo, vehículos de familias que deciden pasar el día paseando por el monte y buscando las diversas especies más reconocidas para la gastronomía. Aunque no está regulada la salida al monte y cualquier ciudadano puede dejar su coche o furgoneta junto a la cuneta de una carretera o en un camino forestal, lo cierto es que los municipios muestran su preocupación por la conservación del medio ambiente.
Aunque en numerosos municipios de la vecina provincia de Teruel es habitual que los buscadores de setas paguen una pequeña cantidad para poder salir al monte a buscar, en Cuenca, una provincia excelente para esta actividad, sólo existen dos cotos micológicos. 
El municipio de Valdemeca lleva regulando esta actividad desde hace aproximadamente 20 años, asegura su alcalde Román Royuela, quien cree que aunque ya hay ejemplares «es pronto todavía» para la llegada en masa de los buscadores.
A esta práctica, desde el pasado año, hay que añadir el municipio limítrofe de Huerta del Marquesado, que también se ha beneficiado de esta iniciativa. 
Los buscadores pueden reservar en el Ayuntamiento un pase de cinco euros diarios. Además, los establecimientos de la localidad –el bar, el estanco o las tiendas de comestibles– venden el ticket para poder adentrarse en cualquier bosque del municipio. Para ello, existen carteles que indican a los visitantes que toda la población es un coto privado de setas. Sin embargo «hay gente a la que no le viene bien. Tienes que ayudarte de la Guardia Civil y de los forestales para advertirles», dice el primer edil.
Aunque la campaña acaba de empezar y no ha habido grandes aglomeraciones de vecinos y visitantes de otras provincias, lo cierto es que ya se va viendo llegar a las familias a la búsqueda de la rica seta.  
No obstante, la tasa impide que existan aglomeraciones «porque la gente ya va concienciada». En el pase se especifica que «no se pueden llevar cubos ni bolsas de plástico y que es obligatorio llevar cesta», dice Royuela, que añade que «tampoco se puede tirar basura» y la cantidad de especies que puede llevarse es de siete kilos por persona y por día. 
La medida, que no tiene afán recaudatorio según explica el primer edil de Valdemeca, busca preservar el medio ambiente. Con el dinero obtenido por la venta de pases «se limpia el monte cuando termina la campaña, gracias a la contratación de personal. También nos ayuda para hacer folletos o libros».
Por lo general, el alcalde valdemequero dice que la gente se muestra respetuosa con el campo. «Quieren disfrutar, pasar el día, pasear por el bosque, pero no se trata de coger grandes cantidades».
Si los guardias civiles o los agentes medioambientales detectan que una persona lleva más cantidad de la permitida, «se le quitará todo lo que lleve y», además, «ello puede conllevar una multa». No obstante, Royuela reitera que «tratamos de no llegar a ese extremo. Queremos concienciar  a la gente, pero si hay que denunciar se hará».
 
Huerta del Marquesado. Higinio García confirma que desde el pasado año los visitantes que quieran buscar setas por el municipio tendrán que comprar un pase que cuesta tres euros al día, o 20 euros por campaña. «Creemos que la temporada ha comenzado, porque  ya hemos ido vendiendo estos pases», señala García, que explica que con el dinero obtenido «hemos arreglado varios caminos y también nos hemos dedicado a limpiar bolsas y botes que quedan por el monte».
El alcalde huertero especifica que el pago del pase supone «concienciar a la gente que hay que cuidar los bosques y no se pueden pisotear los hongos».
A pesar de que reconoce que el pago por el coto de setas no es habitual entre los municipios conquenses, García opina que «poco a poco se irá implantando en los municipios. Creemos que así se benefician y, además, es una forma de que los visitantes bajen al pueblo, pregunten para sacar el pase y al final terminen por consumir en las tiendas».
 
Un nuevo espacio micológico. Otra de las iniciativas que tiene la localidad de Valdemeca es habilitar un espacio, ya construido, para convertirlo en un centro de interpretación de la naturaleza y de la micología existente en la zona. Aunque el primer edil desconoce la fecha de apertura, lo cierto es que insiste en que es uno de los proyectos del municipio desde hace tiempo. «No sé cuando se podrá abrir, pero lo cierto es que ya está todo montado», indica el alcalde.
A la espera de una última inyección que permita conectar la luz –este espacio fue subvencionado y ejecutado  en su día por la Junta de Comunidades–, el Ayuntamiento espera que en breve pueda ser otro aliciente más para la llegada de visitantes. «Nos preocupa que se deteriore, porque lleva ya cinco años construido y creemos que este año tampoco se abrirá», declara Royuela.