El FS VivoCuenca atraviesa un momento «complicado» tras no conocer la victoria en las últimas tres jornadas y después de sumar solo dos de los últimos nueve puntos en juego. Es cierto que mantiene el liderato pero tan solo tiene un punto más de ventaja sobre el segundo clasificado, que es el CD Sierra San Vicente y que, por suerte, perdió el pasado fin de semana. El entrenador, Manolo Moya, reconoce que su equipo está «encogido» y afronta los partidos «con miedo a perder», que es algo que le termina pasando factura en el desenlace del juego.
Aún restan cuatro jornadas para la conclusión del campeonato y los conquenses dependen de sí mismos para proclamarse campeones y ascender de categoría. Para conseguir dicho objetivo «tenemos que volver a la senda de la victoria» y además «ganar sí o sí al CD Sierra San Vicente cuando nos visite», subraya Manolo. Y es que todavía queda un enfrentamiento directo entre ambos y no hay duda que será una auténtica final.
Manolo Moya va a poner en marcha una «terapia de choque» con tal de que sus jugadores vuelvan a recuperar «esa confianza que hemos tenido siempre en cada partido» y que, al menos durante las últimas tres jornadas, no la han tenido. Con tal de que su plantilla recupere sensaciones disputará hasta tres partidos en una minitemporada que llevará a cabo el equipo en los próximos días, aprovechando el parón liguero por la celebración del puente festivo. «Jugaremos tres partidos ante tres equipos de la liga local para que podamos probar cosas nuevas y adquiramos de nuevo la confianza que teníamos», explica el técnico.
Duelo. La próxima jornada se disputará durante el primer fin de semana de mayo y el FS VivoCuenca intentará sumar los tres puntos en Almonacid, que es un equipo que está obligado a ganar porque está inmerso en la pelea por evitar el descenso. No será un partido asequible pero a los conquenses no les queda otra que «sacar todo lo bueno que tenemos» para ganar después de tanto tiempo. Si los conquenses logran los tres puntos tendrían la ventaja de encarar el crucial partido ante el segundo clasificado con mejor perspectiva.
El FS VivoCuenca tendrá que remar y esperar que la alegría vuelva a imperar en el seno del vestuario. El margen de error es minúsculo y ya no se permiten más tropiezos si se quiere alcanzar el ascenso. Eso sí, Moya está tranquilo en cuanto a la entrega de sus jugadores porque nunca han dejado de estar «totalmente comprometidos».