Ganaderos de Ciudad Real sufren ataques y sospechan del lobo

Ana Pobes
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Varias explotaciones ganaderas vienen sufriendo desde marzo la aparición de ovejas heridas y muertas. Francisco Hermoso cifra en unos 45 los ejemplares dañados en los últimos meses

Ganaderos de Ciudad Real sufren ataques y sospechan del lobo

Llueve sobre mojado en el campo de la provincia de Ciudad Real, en particular en la ganadería. A la subida de costes, se suma ahora los ataques a sus rebaños, una situación que «nunca antes se ha dado» en la zona de los términos municipales de Cabezarados, Abenójar y Villamayor de Calatrava, donde desde el pasado mes de marzo los ganaderos están en alerta ante el elevado número de ovejas que han aparecido muertas y heridas. En un principio sospechaban de que el 'culpable' podía ser un perro salvaje, pero ahora no descartan que sea por la presencia del lobo ibérico (Canis Lupus) después de que se difundiera un vídeo de un ejemplar avistado en una montería celebrada en Cabezarados el pasado 8 de diciembre.  

Francisco Hermoso tiene 35 años y lleva dedicándose a la ganadería «toda la vida». En los últimos nueve meses lleva unas 45 ovejas  entre heridas y muertas, lo que supone «un importante desembolso», pues el precio medio de un ejemplar se sitúa en torno los cien euros. Ataques que se producen de forma general «por la noche» y que ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil. «Nunca hemos sufrido tantos ataques hasta ahora», reconoce este ganadero que tiene su explotación en Cabezarados, «muy cerca de donde se ha visto el lobo». El último ataque que ha sufrido, recuerda, fue el domingo 10 de diciembre, dos días después de que se confirmara la presencia del lobo. En aquella ocasión perdió un cordero. «No duermes tranquilo porque no sabes lo que te vas a encontrar», comenta. 

Ángel Rodríguez es otro ganadero de Cabezarados. En declaraciones a La Tribuna, asegura que ya lleva unas treinta ovejas muertas desde el pasado mes de marzo. «No es algo habitual», reconoce al tiempo que señala que ha optado por encerrar el rebaño. El último ataque ha sido este sábado, cuando una de ellas apareció muerta y otra mordida en la boca y en la parte trasera, por lo que tuvo que ser sacrificada. Ante la desesperación de los ganaderos, hace unos meses algunos de ellos decidieron hacer guardia por la noche para proteger a su rebaño. Pero no sirvió de nada. «Cuando nos poníamos, no ocurría nada, y cuando no estábamos aparecían las ovejas heridas y muertas». Desistieron y abandonaron la misión. 

Ganaderos de Ciudad Real sufren ataques y sospechan del loboGanaderos de Ciudad Real sufren ataques y sospechan del lobo

«Un día di una vuelta por el campo y vi una oveja muerta. No le di importancia, pero a los pocos días   me encontré con un cordero mordido y pensé que era por un golpe  con una encina. Hasta que al poco tiempo, apareció otra. Fue entonces cuando sospeché», relata a este medio para asegurar después que el perro salvaje al que atribuían en un principio los daños «está ya controlado desde hace unos días», por lo que «ahora habrá que esperar a ver si se producen o no nuevos ataques», aunque todas las sospechas apuntan a la presencia del lobo. 

A poco más de seis kilómetros, en Abenójar, los ganaderos también han sufrido los ataques a sus rebaños. Francisco Fuentes es uno de ellos. En primavera perdió tres ovejas, además de alguna más mordida que finalmente falleció. Meses después,  en noviembre, «me mataron tres y otras cuatro aparecieron mordidas», lamenta. «No pensábamos que en esta zona iba a venir el lobo, y me imagino que no estará solo», argumenta. También él ha denunciado lo sucedido ante la Guardia Civil con la confianza puesta en que se pueda dar con el autor o autores.