El Rebi Cuenca mantiene la dinámica de trabajo después de un parón de una semana obligado por los compromisos internacionales. Por lo tanto, la plantilla ya piensa en el encuentro del domingo (18 horas) a domicilio ante el Ademar León, que se presenta «muy complicado porque es un adversario que en su casa gana con solvencia y es uno de los equipos más en forma de la liga», tal y como señala el técnico conquense, Lidio Jiménez.
El grupo ya vuelve a contar con todos los jugadores, aunque bien es cierto que los internacionales se incorporan a la dinámica con una carga física importante a raíz de sus partidos con las selecciones. Lo positivo es que están todos ya a las órdenes de Lidio Jiménez, incluyendo también a Rubén Río que ya está recuperado y «entrenando con normalidad».
Los jugadores están ahora con «confianza después de enlazar dos victorias seguidas» y afrontan el choque en León con buenas sensaciones. Son conscientes, además, que «ganar tanto este partido como el siguiente en casa ante el BM Logroño, nos daría un subidón y supondría marcar un punto de inflexión».
Y es que el Rebi Cuenca desea seguir escalando posiciones en la tabla y la mejor forma de hacerlo, evidentemente, es sumar de dos en dos. No es fácil, pero el equipo tiene decidido escalar puestos en la tabla para volver a situar al club entre los mejores de la categoría.
Plantel. Mientras el plantel trabaja y afronta cada jornada, el club ya ha anunciado la baja de Juanjo Fernández y Diego Vera. La primera era ya conocida hace unas semanas porque «la propuesta de renovación no era acorde a lo que pensaba el jugador». Este mismo caso se repite con el capitán Pablo Simonet, que ahora mismo «está muy lejos de que pueda continuar» en la entidad el próximo curso. En cuanto a Diego Vera, el pivote saldrá a final de curso y la decisión viene precedida porque «ahora mismo pensamos en tener solo dos jugadores por posición», tal y como explica Lidio Jiménez. En esa demarcación, Pozzer y Álvaro Martín tienen contrato vigente por lo que estaría más que cubierta esa zona, teniendo en cuenta las limitaciones presupuestarias que existen.
El Rebi Cuenca, con un presupuesto cerrado a medio plazo, no puede permitirse firmar jugadores para la próxima temporada o presentar renovaciones importantes para sus efectivos. Es una situación que dificulta mucho pensar en cotas ambiciosas.
Ahora mismo, el futuro es incierto en la entidad porque no se sabe muy bien qué pasará. No obstante, el equipo tiene que centrarse ahora en obtener los mejores resultados posibles para acabar la presente campaña en la mejor posición. Todavía queda mucha tela por cortar y el Rebi Cuenca no ha dicho aún su última palabra.