«Cuenca nunca ha estado sensibilizada por el trasvase»

José Luis Enríquez
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El periodista y escritor recoge en un libro, como si fuera "un reportaje periodístico de 30 años", la problemática del trasvase Tajo-Segura. Además, acaba de presentar dos títulos de la colección de de 'Tierras de Cuenca'.

José Luis Muñoz con los libros que acaba de presentar - Foto: E. León

El uso correcto del lenguaje, sin palabras malsonantes, y la vocación de contar las cosas son dos de las grandes virtudes de uno de los periodistas más respetados de Cuenca. José Luis Muñoz (Tetuán, Marruecos, 1943) tiene una amplia experiencia profesional en los medios de comunicación y sigue al pie del cañón sin perder ni un ápice de su espíritu crítico. Tal vez por eso expresa su pesimismo en torno a la situación actual de la profesión periodística y, en especial, por el daño que generan los bulos y la desinformación a la sociedad. A pesar de sus múltiples facetas, entre ellas las de escritor y gestor cultural, sigue añorando el periodismo y colabora cada semana en La Tribuna

Muñoz es un trabajador incansable y fruto de ello acaba de publicar el libro Trasvase Tajo-Segura. Un expolio legalmente consentido (Almud Ediciones). Se trata de un trabajo imprescindible, que empezó hace treinta años como una crónica periodística, que pone de manifiesto «la dejadez y abandono hacia la problemática del trasvase». 

Además, acaba de presentar los libros doce y trece de la guía Tierras de Cuenca, que llevan por título La Mancha Señorial y El Señorío de los Villena a la sombra de Roma (Ediciones Olcades). 

Hablar en este momento del trasvase Tajo-Segura es muy oportuno. ¿Cómo surge este libro titulado Trasvase Tajo-Segura. Un expolio legalmente consentido?

Tiene forma de libro, pero en realidad es un trabajo periodístico. Soy un escritor bastante rápido, que escribo y publico, acostumbrado a la mecánica de un medio informativo donde inmediatamente hay que publicar y pocas veces se almacena material. Sin embargo, este libro se ha estado escribiendo prácticamente durante treinta años. Su origen es una crónica periodística. Empecé a tomar datos, referencias y acumulándolos, con la intención de hacer artículos y cuando vi que tenía tanto material pensé que 'a esto le puedo dar forma de libro'. Es un gran reportaje periodístico de treinta años y que sigue un orden cronológico. No hay saltos en el tiempo, no hay fantasía, no hay intersecciones literarias de ningún tipo sino que arranca desde el principio y va siguiendo el paso año a año, mes a mes, hasta llegar hasta el tiempo actual. 

Si no se hubiera impreso el libro, aún se hubieran podido añadir cuatro o cinco comentarios más sobre las noticias más recientes que han salido sobre el trasvase.

¿Es un libro de referencia para conocer el trasvase?

Creo que sí. Entre otros motivos porque sobre el trasvase se ha publicado poquísimo. En Castilla-La Mancha yo creo que nada. Esta es la primera vez. Es una de las cosas que me ha animado a publicarlo porque si hubiera muchos más no tendría sentido, desde mi punto de vista, decir más de lo mismo aunque pudiera ser diferente. Igual que en Murcia sí que se han publicado diversos trabajos aquí ha habido siempre una dejadez, especialmente en Cuenca, que es donde vivo, trabajo y me inspiro. Hay una dejadez y abandono hacia la problemática del trasvase. Es como si tuviera incidencia solo en la Alcarria de Guadalajara y de Cuenca, pero el resto de la provincia parece como desentendida. El trasvase es algo que pasa por aquí, se ha incorporado al paisaje , pero no forma parte de la problemática.

Las consecuencias, según se pueden leer en el subtítulo del libros, son claras, ¿no?

Claro. Las consecuencias son que durante estos treinta años ha sido un expolio legalmente consentido. Hay una cosa que me incomoda mucho. Me refiero a las disputas territoriales, estas cosas de envidias, que si extremeños y vascos, que si andaluces y catalanes... Hay aquí dos comunidades o dos territorios, Cuenca y Castilla-La Mancha, enfrentados con Murcia, Valencia y Alicante en una especie de repelea por el agua. ¡Que no es eso! Eso es reducir el asunto a una pelea barriobajera. Lo cierto es que aquí ha habido un tratamiento completamente desigual. Para empezar, uno de los puntos de arranque del libro es la propia denominación del trasvase. 

Hablamos coloquialmente del trasvase pero esa no es su denominación, es Ley de Aprovechamiento Conjunto del Sistema Hídrico del Centro y Sureste de España. Dice 'aprovechamiento conjunto', pero no hay nada conjunto...

De ahí sale la palabra solidaridad. ¿Parece que aquí solidaridad es solo de unos y no de otros?

Exactamente. Es algo que también suelo comentar. Murcia lleva toda la vida apelando a la solidaridad. Se dicen cosas tremendas como que 'España tiene la obligación de atender a la economía y a la agricultura de Murcia. ¿Cómo que la obligación? España tiene la obligación de atender a todas las necesidades del país. Ellos apelan a la solidaridad. Todos tenemos que ser solidarios con ellos, pero si en estos momentos hay una parte del país que necesita solidaridad es esta España interior, despoblada, vacía y todo lo que se quiera decir. Hay un ejemplo claro cuando vas por la Alcarria, tanto la de Guadalajara como la de Cuenca. Esa zona, cruzada por el Tajo, se está quedando despoblada y en situación de penuria absoluta. Forzosamente hay una comparación. Aquí tenemos la pobreza, campos desiertos, se lleva el agua en cubas a los pueblos en verano. Y si miras al otrolado, hay una agricultura floreciente, y lo que es peor, el agua se usa para campos de golf, urbanizaciones… Todo esto es demagógico. Lo comprendo. Es como si tuvieras envidia, pero no. No es que yo tenga envidia. Es una pena que unos se lleven la riqueza y otros nos quedemos con la pobreza. Debería haber más equilibrio.

¿También es demagógico decir que los trasvases son de derechas y las desaladoras de izquierdas?

Pues eso no me lo había planteado nunca. Es cierto que el trasvase surge en el Franquismo y la obra se desarrolla cuando vivía Franco, aunque se pone en marcha ya muerto el dictador. Desde que se ha puesto en marcha el sistema democrático se ha intentado corregir, a duras penas, esa injusticia inicial. Parece que ahora, por las últimas noticias que se están publicando se va a estudiar el sistema de explotación. 

No sé si las desaladoras son de izquierdas, pero lo que tengo claro es que el trasvase es injusto y que han pasado gobiernos de derechas y de izquierdas.

¿Es necesario el cambio de las reglas de explotación? ¿La sociedad castellanomanchega tendría que movilizarse para lograr ese cambio?

Claro que sí. Este es uno de los problemas y, como decía antes, Cuenca nunca está sensibilizada por este problema. Donde más lo han vivido, aparte de los municipios ribereños, ha sido en Toledo, por la contaminación, y en Talavera de la Reina. Cuando empezó el trasvase, las primeras movilizaciones fueron en Talavera. Lo recojo en el libro. El primer medio que armó barullo fue La Voz del Tajo, en Talavera. Puso el grito en el cielo porque veía lo que se venía encima. Esa zona de Toledo, por la contaminación, y Talavera, por el impacto negativo en el río con un caudal en disminución, fue el primer punto en el que se dio la voz de alarma.

Y mientras tanto se siguen aprobando trasvases, el más reciente de 27 hectómetros cúbicos...

Y es un mecanismo automático. Antiguamente se discutía. Por ejemplo, este último fue automático y no se estudia si está bien, si hace falta, si es bueno o malo.

Además del trasvase, acaba de presentar otra novedad literaria, en este caso el capítulo 12 de la colección de guías de Cuenca, dedicada a La Mancha Señorial.

En realidad, presenta dos, aunque el otro está a punto de llegar. El 12 es La Mancha Señorial, y el 13 es El Señorío de los Villena a la sombra de Roma, un título más largo de los que pongo habitualmente.

¿Qué va a encontrar el lector viajero en estas guías?

En La Mancha Señorial, con centro fundamental en San Clemente, un recorrido por todos los pueblos de alrededor. Están Las Pedroñeras, Mota del Cuervo, El Pedernoso, Santa María de los Llanos… Con esta colección, que es de dieciséis libros, he estado recorriendo la provincia en el sentido de las agujas del reloj. Ahora estoy en La Mancha y me queda subir por Horcajo de Santiago y Tarancón hasta llegar a la sierra de Beteta, que es el final. El 12 se concentra en San Clemente y el 13 en Belmonte. Es una guía viajera, aunque con datos porque tengo la vocación periodística de contar cosas. Es recorrer las calles, los pueblos, describir las costumbres, los lugares de interés, fiestas                                                      ¿Qué tiene previsto ahora?

Quiero acabar esta colección este año. Son dieciséis libros, llevo trece y me quedan tres. Se ha prolongado más años de lo que hubiera querido.

"Lo que estamos viviendo con los bulos y la desinformación es tremendo"

¿Se siente más cómodo como periodista o como escritor?

Siempre digo que yo soy periodista. Estoy encantado con la faceta de la crónica diaria. Durante año escribí un artículo diario, que es maravilloso, pero también hay que encontrar temas. A mí me gusta el periodismo, incluso en lo que tiene un poco de perverso porque un libro permanece, pero el artículo tiene esa cosa perversa de que se agota el día siguiente. Un artículo tiene de vigencia lo que tiene el periódico del día y, como mucho, el día siguiente. Ahora, con esto de las redes sociales permanece un poco más, pero es flor de un día.

El periodismo está inmerso en una batalla frente a los bulos y la desinformación. ¿Qué hay que hacer para combatirlo?

Es tremendo. Ahora que soy básicamente lector, aunque escriba un artículo a la semana,  me parece una situación terrorífica. No sé si el término terrorífico es demasiado trágico, pero hay una gran desinformación, manipulación y una tendencia, que me llama mucho la atención, al insulto. No me quiero poner de ejemplo, pero creo que siempre he utilizado un lenguaje moderado, y he sido muy crítico en mi época de periodista activo. He usado un lenguaje respetuoso con el idioma y con las personas afectadas. Ahora leo cosas que me parecen tremendas. ¿Cómo se puede decir esto o aquello de una persona, sea quién sea? Es muy preocupante porque no observo intención de corregirlo? Por ejemplo, estos días con lo del presidente del Gobierno [días de reflexión que se tomó Pedro Sánchez] la reacción actual es tremenda. No sé cómo se puede corregir esto, no sé como se puede introducir algún mecanismo de educación.

¿Deberíamos ser los periodistas capaces de controlar esta situación o los hechos demuestran que somos incapaces?

Creo que este momento la profesión vive una situación muy crítica. Hay medios y compañeros que están diciendo cosas muy preocupantes. Esto de la autorregulación se ha dicho ya muchas veces. Hay apelaciones al autocontrol y a la autorregulación, pero no veo que nadie se modere.

Hay bulos pero también interés por controlar a los medios de comunicación porque tienen la obligación de contar cosas que no siempre son agradables para el poder. ¿Lo comparte?

Sí. Esta claro. Es la historia de siempre. Es la historia de la libertad de prensa, de la libertad de expresión,de la libertad de crítica, que al poder siempre la ha venido mal y que creo que en estos momentos le viene peor que nunca. Lo veo todo muy confuso. No soy un teórico de la información, sino un ejerciente de la información cuando era activo y, ahora, a través de mi artículo semanal. Creo que el colectivo profesional vive una situación muy crítica porque no encuentra el camino para reaccionar. Estamos en una situación de extremos.

¿El desprestigio del periodismo escrito ante el empuje de los medios digitales también influye?

Es evidente que el periodismo escrito está en retroceso, que se aprecia fácilmente en los niveles de venta. Las redes sociales están arrasando con la letra impresa y los que aún escribimos en papel somos unos héroes, unos supervivientes de última hornada. Me gustaría ser un buen analista de la situación para exponer criterio, pero soy muy pesimista.

¿Se puede ser buen analista cuando de un lado y de otro si no se está de acuerdo te tachan de lo contrario?

Es imposible, claro. Es curioso porque con los dos sectores en política, si ves lo que dicen el PP y el PSOE, es lo mismo. Los dos acusan al otro de controlar a la Justicia, cuando ny creo que en este momento el que controla a la Justicia es el PP, que es quien tiene la sartén por el mango en el Consejo General del Poder Judicial. Y lo hace para impedir que el otro haga lo mismo. ¿Cómo después de cuarenta años de democracia no se ha arbitrado un sistema para que el sistema judicial sea independiente?

¿Cuál es su secreto para ser un periodista crítico pero también respetado?

Probablemente, una de las cosas que me pueden hacer respetable es que mi modo de escribir se ha ajustado, o al menos siempre lo he intentado, a la corrección del idioma y su uso como es debido, sin introducir nunca palabras malsonantes, no insultar ni desmerecer nunca a nadie… No sé si ese es el truco, pero desde luego que lo he intentado.

¿Qué futuro vislumbra para la provincia de Cuenca?

Lamentablemente, soy muy pesimista sobre la situación de la provincia. Creo que algunos esfuerzos que se están haciendo no tienen eficacia en el territorio. La eterna industrialización, por ejemplo. Desde que empecé a trabajar en 1965, la industrialización ya era el tema La provincia lleva cincuenta años perdiendo población y con la ciudad tampoco hay una definición clara de lo que se quiere hacer.