Notas clásicas

Ester González
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Jesús Grande es el director de la Rondalla Cuesta de la Virgen y, además, el secretario de la asociación de coches clásicos de Tarancón

Las dos grandes pasiones de Jesús, la música y los coches, las hereda de su padre - Foto: J.G.

Nada tienen que ver las llantas con las guitarras o la gasolina con las corcheas, pero estos 'componentes' pertenecen a dos de las aficiones en las que Jesús Grande está involucrado. Este taranconero está integrado desde siempre en el tejido social y cultural de la ciudad. Su corazón está divido entre sus dos grandes aficiones. Son muy distintas entre sí, «una está cimentada en algo material, como son los coches clásicos y la otra es la música que es más bien un estilo de vida». Sin embargo, las dos provienen de un origen similar, «mi padre fue el que me inculcó los valores de la música, él fue uno de los fundadores de la Rondalla Cuesta de la Virgen, donde ahora yo asumo el papel de director». Y por otro lado, «mi pasión por los coches clásicos también es heredada; el cariño y el cuidado que mi padre tenía hacia su coche me hizo querer mantenerlo y conservarlo». 

Por un lado, en su faceta artística, Grande posee estudios musicales y domina varios instrumentos como la guitarra, la bandurria y el piano. «He estudiado música durante años, he tenido grandes profesores a los que estoy agradecido por haberme enseñado tanto e influir positivamente en el amor por la música. He tenido la suerte de poder desarrollarme en este aspecto dentro de la Rondalla». 

Deja de ser un mero pasatiempo cuando se involucra más que como músico dentro de esta agrupación que se creó en 1968, pues «queríamos darle una vuelta, una renovación, pero sin perder la esencia». Al final, «los miembros actuales se hacen mayores y lo acaban dejando, necesitamos que las nuevas generaciones tomen el relevo y por eso hemos creado una 'mini escuela' de música». 

Las dos grandes pasiones de Jesús, la música y los coches, las hereda de su padreLas dos grandes pasiones de Jesús, la música y los coches, las hereda de su padre - Foto: J.G.

El director de Cuesta de la Virgen apuesta por formar a los más pequeños y engancharos al mundo musical para en que un futuro formen parte de la Rondalla. «La escuela es totalmente gratuita y sin compromiso, es un enfoque para que la gente que se apunte lo haga porque quiere y no porque se sienta obligada», dice. Actualmente hay 12 personas y aunque la mayoría son niños, también hay adultos «a los que se la afición por la música se les ha despertado ahora, nunca es tarde». 

Dentro de este 'nuevo aire' que Jesús pretende traer a la agrupación también añade novedades como «introducir percusión, incluso una batería o involucrar al colectivo educativo invitando a los colegios a participar en algunos de sus actos y conciertos como el canto de los mayos o los villancicos», pero por supuesto «sin perder la tradición», puntualiza el director.
Por otro lado, Jesús es un apasionado de los coches clásicos, una afición que está arraigada en el árbol genealógico de Grande: «En mi familia siempre nos hemos dedicado a los coches, siempre hemos olido a gasolina; los coches que tengo son con los que trabajaba mi abuelo y que luego tuvo mi padre. Lo he visto de siempre en casa». Este gusto ha llevado a Jesús a involucrarse con otro de los colectivos de la ciudad, en este caso como secretario en la asociación de coches clásicos de Tarancón y comarca. «Me encanta conducir un clásico, el sonido, la sensación y las miradas que atraes es algo único», explica este paciente conductor que admite que «a veces cuando tengo que ir a trabajar a Madrid, en vez de llevarme un coche moderno, opto por uno de mis clásicos, el viaje es menos cómodo pero lo disfruto mucho más». 

Continuando con la tradición, Jesús pretende involucrar a su familia dentro de esta afición para que así puedan disfrutar y compartir buenos momentos juntos. «La asociación tiene en cuenta a las familias y procura hacer actividades como los viajes, no solo se trata de coches, sino que sea un viaje de turismo que puedan disfrutar todos los miembros, sean aficionados o no». En el caso de Grande, ha conseguido conciliar esta afición con su vida familiar y le ha dejado anécdotas como la que cuenta sobre sus hijos: «Tienen un juego, cuando voy a recogerles al colegio intentan adivinar con cual de los 'coches bonitos' voy a aparecer, así es como llaman a mis coches clásicos, esto me hace muy feliz porque me recuerda al vínculo que tenía con mi padre o con mi abuelo a través de los coches».

Ya sea con los ensayos de la rondalla entre guitarras y bandurrias o con las escapadas familiares en un Seat 600, está claro que Jesús Grande disfruta de sus aficiones y lo hace aún más cuando su familia se implica con él en estas actividades. Mientras tanto, contribuye a que el tejido de afición por la música folklórica o  la pasión por las joyas sobre ruedas  continúe creciendo y mejorando en su ciudad, Tarancón.