El sueldo medio anual crece 6.369 euros en los últimos 20 años

Miguel A. Ramón
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Los 80.654 asalariados conquenses perciben 18.728 euros, un 51,5% más que en 2003, pero se sitúa por debajo de la media nacional y es la cifra más baja de Castilla-La Mancha

Los empleados de entidades financieras son los que cobran. - Foto: Pixabay

El sueldo medio de los 80.654 asalariados de la provincia de Cuenca ha experimentado en los últimos veinte años un incremento del 51,5%, hasta alcanzar el pasado ejercicio 2022 los 18.728 euros brutos anuales, 6.369 más que los 12.359 euros del 2003.

El informe 'Mercado de trabajo y pensiones en las fuentes tributarias', que ha actualizado la Agencia Tributaria esta semana, revela, asimismo, que la nómina media de los conquenses en este periodo ha ido creciendo prácticamente ejercicio tras ejercicio, salvo en los años 2010, 2012, 2013 y 2014, durante la crisis de la burbuja inmobiliaria, y en 2005, aunque no lo suficiente para superar no solo la media regional, sino también la nacional; excepto en dos ocasiones, en 2003 y 2009. 

No en vano, en este 2022, a pesar de haberse revalorizado en un 4,7% con respecto a 2021, la nómina media de los conquenses se sitúa muy por debajo de los 22.099 euros de salario medio castellanomanchego y más aún de los 22.781 de la media nacional. 

Los empleados de entidades financieras son los que cobran.Los empleados de entidades financieras son los que cobran. - Foto: Elaboración propia

Un crecimiento retributivo que en los últimos cuatro años ha venido de la mano de la revisión al alza del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que de los 735,9 euros de 2018 ha pasado a los actuales 1.080, después de cinco subidas consecutivas. Un incremento que ha puesto que los asalariados conquenses hayan visto aumentar su nómina media de los 15.982 euros brutos anuales de 2018 a los actuales 18.728; es decir, 2.746 euros más que equivalen a una subida del 17,2%.

Sectores y edades. Los trabajadores de entidades financieras y aseguradoras se convierten en los que más cobran en Cuenca, con una nómina de 33.484 euros brutos anuales. Le siguen los empleados de servicios sociales, con 25.841 euros de salario medio;  los  de empresas de información y comunicaciones, con 25.025 euros; los asalariados de la industria extractiva, energía y agua, con  22.763; y los trabajadores de industria, con 20.656 euros.

Por debajo de la barrera de los 20.000 euros brutos anuales aparecen los empleados de construcción y actividades inmobiliaias (17.345), comercio, reparaciones y transporte (16.103), servicios a las empresas (14.479), agricultura, ganadería y silvicultura (11.001) y otros servicios personales y de ocio (10.333).

Los empleados de entidades financieras son los que cobran.Los empleados de entidades financieras son los que cobran. - Foto: Elaboración propia

Existe, por lo tanto, una diferencia salarial  máxima de 23.151 euros entre los empleados de entidades financieras y los de servicios personales y de ocio. Una distribución salarial, por cierto, que es idéntica a la del ejercicio anterior. 

Los trabajadores conquenses que más cobran son aquellos con edades comprendidas entre los 56 y los 65 años, puesto que su emolumento se sitúa de media en los 22.784 euros.

Superan en 1.115 euros al segundo grupo de edad que declara más ingresos, que es el de los empleados de 46 a 55 años, con un salario medio de 21.669. Le siguen la franja de 36 a 45, con 20.117 euros; la de 26 a 35, con 17.067; la de mayores de 65, con 14.357; y cierran la clasificación el grupo de 18 a 25 años, con 8.452. Hay  una diferencia salarial máxima de 14.332 euros, ya que el que más cobra supera en 2,7 veces el salario más bajo.

Brecha de género. Las diferencias retributivas entre trabajadores y trabajadoras se han mantenido a lo largo de los años y, de hecho, en la actualidad, continúa muy patente.

Basta con echar un vistazo a las cifras del último informe de la Agencia Tributaria sobre los salarios medios brutos de las dos últimas décadas en la provincia de Cuenca para comprobar que esa brecha salarial de género no solo no ha desaparecido en ningún momento, sino que se ha mantenido en torno a los 2.500 euros e, incluso, en ocasiones, ha llegado a superar los 4.000, como ocurrió en 2003.

En el pasado ejercicio 2022, la brecha se estimaba en los 2.658 euros, un 15,4%; una cifra que en 2021 era de 2.609; en 2020, de 2.254; en 2019, de 2.672; y en 2018, antes de que se comenzara a aumentar el SMI, de 2.539 euros, una diferencia del 17,4%.