Cinco acepciones contempla la Real Academia Española para el verbo acariciar. Una de ellas, la cuarta, es la que más se ajusta al significado del que estamos hablando y reza lo siguiente: «Pensar en conseguir algo, como una idea, un proyecto, etc». Hasta en cuatro ocasiones utilizó el presidente regional este verbo para expresar una idea, y es que hasta tierras castellano-manchegas puede llegar un «macroproyecto de inversión» de los más grandes jamás conocidos dentro del ámbito turístico. De hecho, para evidenciar e incidir todavía más en la quinta acepción que ofrece la RAE –«llegar muy cerca de algo»–, Emiliano García-Page repitió hasta en tres ocasiones el gerundio del mencionado vocablo: «Estamos acariciando, acariciando, acariciando».
Ahí quedaron las palabras del máximo responsable del manejo de los mandos de la autonomía, pero La Tribuna está en condiciones de adelantar en primicia algo que promete dibujar una sonrisa entre aquellos que habitan la tierra de las Casas Colgadas y Alfonso VIII, y es que ese macroproyecto tiene como destino Cuenca. Según ha podido saber este diario, el Gobierno regional trabaja en este momento a pleno pulmón en el desembarco en territorio conquense de esta inversión de catedralicias repercusiones. Un proyecto que el presidente llegó a equiparar con el parque temático Puy du Fou de Toledo, siendo «lo más grande del ámbito turístico en todo lo que llevamos de autonomía en los últimos 40 años».
García-Page reconoció ante los medios de comunicación que no podía decir «mucho más» ni avanzar información al respecto, más allá de la que hoy aporta este periódico despejando la incógnita de la localización. Sí comentó, no obstante, que la previsión que maneja la Junta de Comunidades es cerrar el asunto durante «la última semana de julio o la primera de agosto». Ahora bien, lo que está claro es que si el barco termina llegando a buen puerto, será otro «elemento motor» tanto en la economía como en el turismo de Cuenca en primer término, y de Castilla-La Mancha en segundo.
El principal eslabón del Ejecutivo regional, que realizó estas declaraciones el pasado miércoles en la presentación de la nueva empresa pública para la promoción del turismo y la artesanía castellano-manchega, Eturia, argumentó que con el objetivo de certificar este macroproyecto de inversión para Cuenca tiene previsto incluso modificar sus días de vacaciones. De esta forma, espera «ultimar una negociación que puede ser un bombazo económico». Y es que lo que tiene entre manos el Gobierno regional para esta tierra se puede traducir –remató al respecto– en «cientos y cientos de puestos de trabajo, millones y millones de euros de inversión y, también, cientos de miles de turistas».
La cristalización de este macroproyecto en Cuenca supondría el espaldarazo definitivo para que este territorio se consolide como un puntal turístico de primer orden a nivel nacional. Desde la Junta de Comunidades se quiere potenciar el peso de este sector, fundamental para el corazón económico de la región.
De hecho, tal y como subrayó García-Page, el sector turístico «va camino de convertirse en el 15 por ciento de nuestra riqueza», consolidándose así como una «auténtica industria» que ya representa, aproximadamente, el 12 por ciento de «nuestra capacidad económica», ha enfatizado. Castilla-La Mancha es ya –afirmó– una «potencia turística» en el ámbito del interior en el que «estamos marcando récords absolutos» en esta primera mitad del año. Unas cifras que, sentenció, cobran mayor dimensión teniendo en cuenta que la región «no parte de ser una potencia turística».