Los bomberos del Consorcio Cuenca 112 realizan en estos días múltiples intervenciones relacionadas con los enjambres de abejas. Es en esta época del año cuando estos insectos himenópteros provocan el relevo de reinas, ya viejas, que junto con algunos zánganos y obreras abandonan las colmenas.
Aunque este año está siendo menos activo que los anteriores, Francisco Soriano, jefe de Servicio de los bomberos del Consorcio Provincial 112, apunta que es en estos días cuando se han acumulado numerosas intervenciones y llamadas alertando de la presencia de panales en sitios públicos e incluso en el interior de domicilios. En 2014, los agentes de los parques de la provincia llegaron a realizar hasta una treintena de intervenciones.
Soriano explica que «en esta época es cuando se produce el relevo de las abejas reinas viejas por otras más jóvenes. Es entonces cuando la reina depuesta es expulsada del panal y, acompañada por un grupo de zánganos y obreras, parten hacia un nuevo lugar en el que van a establecerse», dice, y añade que «en este viaje pueden realizar paradas en todo tipo de lugares, desde huecos entre las tejas de una vivienda a las ramas de los árboles, un semáforo o una señal de tráfico».
El jefe de Servicio expone que «esta situación se produce con relativa frecuencia en nuestra provincia». Sin embargo, los bomberos del Consorcio se han formado específicamente en este tipo de intervenciones para retirar panales y enjambres de aquellos lugares donde puedan suponer un riesgo para las personas».
Consejos. No obstante, ¿qué debería hacer si una de estas abejas le picase? Lo primero que hay que tener en cuenta es que tanto los enjambres en tránsito como las poblaciones de colmenas establecidas pueden suponer un riesgo, mayor en el caso de las colmenas ya establecidas, ya que los individuos de los enjambres establecidos «están defendiendo su colmena y por tanto se pueden mostrar más agresivas, mientras que en los enjambres en tránsito los individuos suelen estar muy bien alimentados para afrontar el viaje y eso les dificulta realizar el gesto de picar», explica Soriano.
Con todo siempre hay que mantener una cierta prudencia, no molestar a las abejas y llamar a un experto. Bien a un apicultor que pueda proceder a la retirada del enjambre con conocimiento, si no se trata de una situación extrema o de peligro, o al Servicio de Emergencias 112 que movilizará a los bomberos cuando la situación entrañe riesgo y peligro.
Intervención. Cuando los bomberos reciben un aviso de estas características lo primero que realizan es una evaluación del riesgo y de la situación. Si ésta requiere la retirada del enjambre por suponer un riesgo para las personas, y la situación lo permite, se procederá a efectuar el ‘trasiego’ del enjambre, pasando a la caja ‘cazaenjambres’, al atardecer, cuando todas están más reunidas y evitando las horas de mayor calor, que es cuando las abejas están más atareadas trabajando.
Es entonces cuando los bomberos, pertrechados con los trajes protectores, se aproximan al lugar donde se ha detectado el enjambre y tratan de localizar a la abeja reina. El objetivo es introducirla en la caja especial. Una vez logrado esto, la caja se deja en el mismo lugar a la espera de que las abejas que están trabajando fuera, vayan regresando en busca de su reina.
Así, explica Soriano, «el resto de las abejas va entrando voluntariamente en la caja y se instalan en los panales que se dejan al efecto. Posteriormente, y ya de noche, cerramos la puerta y nos las llevamos».
En cualquier caso el consejo de Soriano es que «si un vecino detecta una colmena en algún inmueble y no supone un riesgo para las personas, que se ponga en contacto con algún apicultor de la zona». Si por el contrario considera que hay riesgo, «lo mejor es proteger el área afectada, alejarse del lugar, cerrando puertas y ventanas, si las hubiera, y alertar a los servicios de emergencias al teléfono 112».