Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Tapices

16/06/2023

Comencemos con dos citas. Una, del penúltimo libro de José María Sadia, titulado 'El autoexpolio del patrimonio español', subtitulado 'Cuando España malvendió su arte'. Y otra, una cita del texto de la 'Ley del Patrimonio Histórico Español', de 1985 en la que se indica «que a los efectos de la presente Ley se entiende por expoliación toda acción u omisión que ponga en peligro de pérdida o destrucción de todos o algunos de los valores de los bienes que integran el Patrimonio Histórico Español, o perturbe el cumplimento de su función social». Los tapices de la catedral de Toledo, ¿forman parte del Patrimonio Histórico Español? Pues en la reciente fiesta del Corpus de Toledo, los tapices que se cuelgan en las calles tuvieron que soportar una lluvia inclemente. Y no tan ligera como para que los tapices no se empaparan. La primera respuesta de una fuente eclesial fue que ya se estaban secando. Como una sabana, como  pantalones, camisetas y calzoncillos tendidos al sol de pared a pared.  Para otros, Antonio Zárate entre ellos, la lluvia puede provocar un daño innecesario «porque son antiguos y de enorme valor» ¿Qué pasa con los tejidos, con los colores, con los materiales que pueden quedar impregnados en el tapiz? ¿Se pueden perder o destruir? ¿Van contra la ley y contra la protección del patrimonio? La segunda respuesta, a preguntas La Tribuna, ha sido más  sorprendente aún: «se pusieron porque se podían poner». ¡Hala, y ya está! Al parecer el populismo religioso mezclado con  el populismo social posibilita que unas piezas delicadas y antiguas  puedan ser sacadas a la calle cuando amenaza lluvia, a pesar de las contraindicaciones, no solo actuales, sino las que se trasmiten desde el siglo XVIII.
La polémica se olvidará, los desastres, presumibles, se ocultarán, la sociedad seguirá indiferente al patrimonio y el año que viene se volverán a colgar  tapices, estos u otros. La demagogia social-religiosa volverá a hinchar los corazones nostálgicos o románticos de emociones. El autoexpolio de piezas del Patrimonio Histórico Español continuará de  múltiples maneras como en el pasado. Ahora han sido unos tapices. También pudieran ser piedras preciosas, desparecidas de la custodia de Arfe. O  imágenes de un retablo de un convento abandonado. O un edificio que se deja caer. O unos restos arqueológicos. El autoexpolio instituido, permitido, aceptado ¿Es preciso escribir algo más?