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- Foto: Reyes MartÃnez
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El futuro de la ludoteca del barrio de Villa Román, gestionada por la Asociación para la conciliación familiar de Cuenca (Aconfacu), estaba pendiente de un hilo. «Sólo recibíamos ayuda del Ayuntamiento, La Caixa y Globalcaja. No teníamos dinero para pagar a la monitora e íbamos a cerrar este mayo», explicaba Bruno Serrano, presidente de esta asociación, que con visible alegría saltaba sobre el lotero Fernando Moreno al grito de: «¡Te lo dije!». Su corazonada con el número 07.617 propició que su asociación repartiera un total de 120 décimos en papeletas. Cada participación, que era de cuatro euros con un recargo de uno para la ludoteca, fue agraciada con 4.000 euros.
La Ludoteca Fábula, situada en el barrio de Villa Román, repartió un total de 2.400.000 euros siguiendo el eslogan publicitario que este año acuñaba la campaña de loterías: «El mayor premio es compartirlo». Una frase que el lotero del Ángel de la Suerte, administración que repartió 64 series del cuarto premio, se aplica a la perfección. Aunque a él no le toque ni un pellizco del premio está muy contento de que el premio esté tan repartido. «El barrio en el que estamos, Tiradores, es un barrio trabajador. Además, se ha movido por la provincia y muchos sitios de la capital. A mí no me importa, estoy feliz y a Cuenca le hacía mucha falta», explicaba con lágrimas en los ojos mientras felicitaba a algunos de sus vecinos que habían sido premiados.
Uno de los fieles de la administración es Lirilo Moya que juega este número todas las semanas, siempre que puede, y para este sorteo también llevaba un décimo. «De momento voy a guardarlo. Tampoco es tanto», admitía recatado ante el aluvión de periodistas.
Entre los vecinos de Tiradores también se acercó a la administración José Ignacio Saiz que, con su boleto en la cartera, presumía de ser uno de los afortunados. «Para este sorteo sólo llevaba dos décimos. Además, lo máximo que había ganado en mi vida eran ocho euros en La Primitiva. ¡Ahora me toca un cuarto!», exclamaba emocionado tras abrazar a su, ahora más que nunca, querido lotero.