Miguel Romero

Miguel Romero


La plaza de toros de Cuenca ofrece su cartel estelar

30/08/2023

Según nos cuenta en su blog de Cuenca en el recuerdo, el investigador Antonio Rodríguez Saiz, y también lo hiciera Rafael Torres en su artículo de El Día de Cuenca de fecha 25 de agosto de 2019, la actual plaza de toros fue inaugurada el 5 de septiembre de 1927. Así aparecía referenciada en La Voz de Cuenca, «pues nunca se debía haber inaugurado la plaza con una función de circo y menos por una compañía de saldo», y es que en aquel día septembrino de 1927, no fueron toros los que ocuparon su coso taurino, sino un circo, mientras que los días siguientes 6 y 7, sí serían sendas corridas protagonizadas por reconocidos toreros del momento.

Esta anécdota curiosa parece que ha quedado grabada en el recuerdo de los más mayores, no por haber vivido tal hecho, sino por los comentarios que suscitó en años posteriores. El alcalde del momento era don Cayo Conversa. 

Por eso, en esta Feria de San Julián 2023, y a falta de cuatro años para cumplirse el centenario de la fundación como actual plaza de toros de esta ciudad, la expectación está asegurada, no solo por lo que supone un año más para todo el aficionado taurino, sino porque el cartel que el empresario Maximino Pérez ofrece es, sin duda, el mejor que puede haber en la actualidad de este arte teniendo en cuenta el escalafón de los matadores y las ganaderías que encabezan este ranking.

Cuenca está inmersa en su Feria y Fiestas en honor del santo patrón San Julián y ello 'obliga', como es costumbre, a que entre su programación festiva se ofrezca un cartel taurino de lo mejor que puede haber en las ciudades que siguen manteniendo este espectáculo entre sus actos más distinguidos, o por lo menos, más esperados, por un sector que en Cuenca y provincia sigue siendo numeroso y profundamente activo.

Tal es así que los aledaños de esa avenida de los Reyes Católicos, al lado del parque de Santa Ana, cerca de las Trescientas, entre el Paseo de San Antonio y la Ronda Oeste con sus calles adyacentes, la afluencia de vehículos, grupos de personas con sombrillas, cojines, neveras o bolsas bien cubiertas en muleta y espada gastronómica, afloran entre empujones y ágil movimiento, para entrar y ocupar su estrado deseando que la lluvia no trastoque una de esas aficiones que sigue teniendo miles de adeptos. En esta segunda quincena de agosto, Cuenca tiene otro color.