Escuchando testimonios de abuelos y padres que hablaban del galopeo y de cómo éste había perdido su esencia, un grupo de taranconeros decidió tomar cartas en el asunto. «Somos unos jóvenes a los que les gustan las tradiciones y queremos cuidarlas», apuntan, y de esta forma nace la campaña 'No al colorante' de la mano de la peña El Descuadre y la asociación cultural El Poleo.
Esta iniciativa, argumentan, «va mas allá de no utilizar el colorante, abogamos por recuperar y preservar la esencia del galopeo». Aunque consideran que «no se puede recuperar la forma original, ya que es muy difícil por no decir imposible», no se amedrentan y su fin es «pasárnoslo bien, respetando el vino como ingrediente central, elemento importante en la vida de los taranconeros, tanto cotidiana como festiva».
El sentido de su movimiento es evitar que los que se unan al galopeo no usen colorante ya que «es un elemento que no debería de estar dentro de esta celebración, no pertenece a su historia. Está importado de fiestas de otros pueblos. Son ganas de mancharse por mancharse y embadurnar algo que es muy bonito», opinan. Tienen claras sus referencias, y es que «igual que en la tomatina de Buñol solo hay tomate, aquí solo debería haber agua y vino».
Arrancaron con esta idea en el verano de 2019, antes de la pandemia. Observaron que «el galopeo estaba perdiendo su razón y su forma, y sentimos el deber de poner remedio», afirman. La vida evoluciona, es por ello que «entendemos que el galopeo antiguamente sería de otra forma; los tiempos han cambiado, pero obviamente lo que no puede pasar es que degenere el origen de esta fiesta», comentan.
Cuentan que el primer año «fue difícil hacerse eco y luego tuvimos el parón por la pandemia. El año pasado lo retomamos y el altavoz fue alto y llegamos a bastante gente». En general, se ha visto reducido el uso de este ingrediente, el segundo año en mayor medida. Incluso han mantenido comunicación con el Ayuntamiento y la Comisión de Festejos, quienes apoyan la iniciativa de los jóvenes taranconeros que luchan por sus tradiciones.