Lleva el sentimiento mateo en su ADN, a pesar de haber nacido «casi por causalidad» en tierras catalanas. Y, de hecho, desde muy pequeño ya vivía la vaquilla, primero, en casa de sus abuelos, en la curva de Las Brasas, y después, con tan solo ocho años, encaramado en la reja de la ventana más próxima al pilón del Convento de las Madres Justinianas, en plena Plaza Mayor; eso sí, acompañado de toda la familia.
Su afición a estos festejos le hizo dar el salto a las peñas con tan solo 13 años, a la peña Radio Club Cuenca, y a partir de ahí ha pasado por todo un rosario de peñas, que le ha llevado a estar ligado a la Asociación de Peñas Mateas (APM) durante 14 años, primero como vocal, después como tesorero y los últimos seis años como presidente.
Pero Javier Benayas (Santa Coloma de Gramanet, 1980) pasaba a finales del pasado año a un segundo plano en la asociación, formando parte de la Directiva y dejando la Presidencia a Mario Pinós. Sin embargo, no ha estado mucho tiempo en segunda línea de acción, al menos, de cara a las fiestas de San Mateo de este año, puesto que tiene «el privilegio» de ser el pregonero de estos festejos y protagonizar el arranque de la vaquilla.
"El pregón debe ser breve y buscar que la gente sea partícipe" - Foto: Miguel A. RamónYa no es presidente de la APM, imagino, por lo tanto, que va a vivir las fiestas de una manera muy distinta a la de los últimos 14 años.
(Sonríe). Mi objetivo este año es disfrutar de estas fiestas, eso sí, esta vez con mi familia y, sobre todo, con mi mujer y mis hijos, porque son los que han sufrido mi ausencia y a los que les he robado ese tiempo juntos. Y es que en 14 años en la APM habré dormido tres horas al día durante las fiestas de San Mateo. Por eso este año, apagaré el teléfono después del pregón y me dedicaré a compartir estas fiestas con mi mujer, mis hijos y mi gente.
Además, va a ser el pregonero de este año, como consecuencia, ¿va a ser para usted un San Mateo más especial, si cabe?
Ser pregonero de las fiestas de San Mateo es un regalo y un privilegio. Y es que presidente de una peña todo el mundo puede ser y presidente de la asociación, pues también, pero estar en el balcón del ayuntamiento para dar el pregón, solo hay una persona al año que tiene ese privilegio entre las miles de personas que se congregan en el primer día de las fiestas en la Plaza Mayor. Vamos, que estás entre las casi 450 personas que han tenido ese honor desde los inicios de la fiesta, allá por 1581.
Lo asumo con mucha responsabilidad e ilusión y como todo un privilegio. Además, voy a compartir el honor con personas de la relevancia y muy ligadas a la fiesta, como José Luis Lucas Aledón, José Vicente Ávila, Antonio de Conca, Rubén Palomino, Joaquín Caparrós, Maximino Pérez o Luis Guijarro 'El Tata'. Y es que te elijan como pregonero te hace pensar que algo bien habré hecho.
"El pregón debe ser breve y buscar que la gente sea partícipe" - Foto: Miguel A. Ramón¿Qué nos puede decir sobre cómo va a ser su pregón?
En mi pregón quiero, sobre todo, reconocer el trabajo de toda la gente que no se ve y hace posible que la fiesta de San Mateo se celebre; es decir, desde los medios de comunicación y el personal del Servicio de Obras hasta el personal del Servicio de Limpieza, Protocolo, Cruz Roja, Bomberos, Policía Local o, incluso, la seguridad privada. Agradecerles su labor, que no se ve, pero cuando falla una de esas personas se pueden producir problemas en el desarrollo de la fiesta. En San Mateo todo está coordinado al máximo para que no ocurra nada y todo fluya.
Bueno, de hecho, ahí están las estadísticas. En una fiesta de este tipo, con la cantidad de bebida que se consume y con el hecho de que haya una vaca por las calles, que supone todo un peligro, y, sin embargo, al final son mínimos los percances. Eso es posible por todo ese trabajo que se está haciendo bien y que no se ve a primera vista. Por eso creo que agradecer a cada una de esas personas o colectivos es algo que tengo que hacer.
Teniendo en cuenta su extenso bagaje ligado a las fiestas mateas, en su pregón no faltará una visión personal de esa experiencia ¿no?
Pues, claro. Quiero recordar a gente que ya no está con nosotros. Nadie nace enseñado y yo he tenido la gran suerte de rodearme de una gente maravillosa, que me ha mostrado lo que es esta fiesta. Y tampoco faltarán menciones al contexto histórico en el que se enmarcan estas fiestas y decir el porqué estamos aquí en esos días.
Quiero recordar igualmente las normas a cumplir en estos festejos para que todo el mundo se entere, ya que a lo mejor la información le ha llegado a todo el mundo. Por eso aprovechará ese lugar privilegiado del balcón del ayuntamiento y ese momento tan especial, como el pregón, para insistir en las normas básicas para que toda la fiesta discurra sin problemas, como por ejemplo que los menores no pueden estar en el recorrido de la vaca, porque lo dice la ley. Y, por supuesto, no faltarán mis recuerdos disfrutando de estas estas.
¿Apuesta por un pregón extenso o todo lo contrario?
Creo que un pregón como el de las fiestas de San Mateo debe de ser breve, porque la gente lo que tiene en ese momento son ganas de vivir la vaca y bailar pasodobles, y además debe intentar que se sientan partícipes de él. Y es que soy de la opinión de que lo bueno, si breve, dos veces bueno.
¿Cómo pregonero, qué mensaje lanzaría a todos los conquenses que vayan a vivir estas fiestas de San Mateo?
Simplemente, decirles que las disfruten como yo las voy a disfrutar, además de que hagan todo lo posible para que todo transcurra con normalidad para que no haya incidentes graves y seamos capaces de convivir en esta fiestas, las más populares de Cuenca. Unos festejos que pueden ser vividos por todos, sin excepción.
En el año 2009 llegó a la directiva de la Asociación de Peñas Mateas de Cuenca ¿Qué le llevó a dar ese paso hacia adelante para ser algo más que peñista y formar parte de la APM?
Cuando estaba en la directiva de la peña 1177, me encargada de subir a las reuniones de la Asociación de Peñas Mateas. Vamos, que era el enlace. Y como soy muy inquieto, al tercer año tras conocer a Maribel Gil, me propuso ir con ella a la Directiva de la APM como vocal.
Al principio, me daba hasta miedo, pero al final accedí. Di ese paso por ser amante de esta fiesta. Siempre me ha gustado mucho el ambiente, las peñas y correr la vaca, de ahí que así podría trabajar y aportar algo por estas fiestas.
Ya no es presidente de la Asociación de Peñas Mateas, ¿por qué toma esta decisión?
Llegó mi segundo hijo en 2021 y al final las obligaciones de la APM me restaban mucho tiempo para dedicarle a la familia. Y es que en ese cargo te pasas tanto los días previos como los de la fiesta totalmente ocupado, solventando constantemente incidencias de todo tipo, lo que te impide disfrutar de San Mateo.
Una de esas incidencias fue la gota que colmó el vaso; en concreto, la hora y media de retraso del desfile de peñas del año pasado, lo que me hizo enfadarme mucho con las peñas, hasta el punto de que tomé la decisión de abandonar la presidencia.
Fíjate hasta qué punto estaba contrariado, que al terminar el desfile, me fui y hasta lloré por el desastre de desfile, después de dos años de pandemia. Al final esos berrinches se quedan para ti y, encima me vio mi hijo cabreado.
Tras esos 14 años en la Asociación de Peñas Mateas, ¿qué balance realiza de su periplo hasta ahora?
A nivel personal, estoy muy satisfecho de mi periplo por la asociación, porque he dado todo. Todo lo que he hecho, de verdad, que lo he hecho de corazón, sin escatimar esfuerzos y anteponiendo todo, hasta mi familia e, incluso, si he tenido que perjudicar a mi peña, lo he hecho por el bien de la fiesta. Duermo muy tranquilo, sin duda.
Tengo claro que se habrán hecho cosas bien y mal, somos humanos y nos podemos equivocar, pero creo que es la gente la que debe de valorar mi paso por la asociación.