Entonces el mundo se paró. De forma prácticamente literal. Hace ya casi tres años un enemigo invisible y difícilmente controlable, irrumpió en nuestras vidas para ponerlo absolutamente todo patas arriba. Aquel virus con etiqueta de corona empezó a formar parte de nuestro día a día que, durante un largo periodo de tiempo, nos obligó a invernar. La economía, y algunos sectores especialmente, se vieron obligados a echar el freno de mano de manera disruptiva. Una parada en seco que algunos vislumbraban a muy largo plazo en el horizonte. Industrias y negocios de muy distinta índole no tuvieron otro remedio que bajar la persiana haciéndose cruces por el ingente varapalo que eso podía suponer para sus bolsillos. No había otra, la salud estaba por encima de cualquier otra cosa.

La recuperación de ese golpe ha sido muy desigual dependiendo del tipo de actividad sobre el que pongamos la lupa, a juzgar por los datos de afiliación a la Seguridad Social. Eso sí, muchos habrían firmado que en aquel momento, en pleno ojo del huracán, la situación fuera la que es tan solo tres años después. Pronto hemos salido de un agujero muy hondo. La provincia cerró 2022 con 3.343 afiliados más de los que tenía en 2019, pocos meses antes del estallido vírico. De esta forma, Cuenca tiene más personas trabajando en este momento que justo antes de la pandemia, en concreto, casi un 4,8% más.

sectores que tiran. El sector que se lleva la palma es la construcción, que ha pasado en tres años de contar con 5.565 afiliados a 6.473, es decir, un incremento superior al 16 por ciento. Educación, por su parte, crece en torno a los diez puntos porcentuales al pasar de 1.299 a 1.432. Más allá de estas dos actividades, el resto de las que presentan 'números verdes' se estiran con un margen mucho más exiguo. Comercio, por ejemplo, pasa de 10.533 a 10.867 (3,2 por ciento); industria, de 10.484 a 10.625 (1,3 por ciento); agricultura, de 6.745 a 6.814 (uno por ciento); y hostelería, de 5.702 a 5.727 (0,4 por ciento).

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Al otro lado de la balanza se encuentran dos sectores que todavía no han terminado de superar la incidencia negativa de la pandemia, teniendo un volumen de empleo inferior al coronavirus, según los datos de afiliación. Uno de estos dos es el transporte, que cerró 2019 con 5.942 altas en la Seguridad Social, por las 5.809 con las que dio 'carpetazo' a 2022. Es decir,  un 2,2 por ciento menos. En este mismo barco, está el sector sanitario, que según los datos del Ministerio pasa de 6.361 a 4.427, o lo que es lo mismo, se ha reducido un 30 por ciento.