San Mateo es una festividad, cuyo su éxito y masiva participación, se debe en parte al trabajo, esfuerzo y sacrificio que lleva a cabo la Asociación de Peñas Mateas. Este multitudinario colectivo, que da cobijo siempre a más de 3.500 personas, conmemora en esta edición nada más y nada menos que 25 años. Es un cuarto de siglo donde la fiesta de la vaquilla ha crecido en cuanto a actos, eventos y espectáculos, gracias en gran medida al esfuerzo de este colectivo.
En concreto, la Asociación de Peñas Mateas se fundó en 1998 con motivo de la necesidad de dar forma a un grupo que representase a todas las asociaciones mateas, y que aunara todos los esfuerzos por mejorar la festividad en sí. También era necesaria una estructuración para ubicar a todas las personas en espacios concretos y así no dar pie a un caso. En este colectivo, que a día de hoy acoge a 42 peñas, han arrimado el hombro muchas personas y hasta la fecha han pasado seis presidentes.
El primero de ellos fue el añorado Antonio de Conca, que asumió el reto de iniciar el camino. Estuvo al frente de la misma entre 1998 y 2003. El esfuerzo y predisposición del gran Antonio fue «memorable», tal y como le recuerdan y agradecen todos sus predecesores. Tras esta primera legislatura asumió el mando Manuel Moraleja, que se mantuvo durante los siguientes cuatro años. El bastón de mando recayó después en las manos de Maribel Gil, que trabajó también sin descanso durante otros seis largos años. En el ecuador de la asociación, Diego Valera tomó el testigo y presidió con una línea continuista de 2013 a 2016. Posteriormente, Javier Benayas, que hoy será el encargado de dar el pregón, fue el presidente entre los años 2016 y 2022. Una legislatura marcada, por desgracia, por la pandemia donde en hasta dos ocasiones no se pudo festejar San Mateo. En la actualidad, es Mario Pinós quien ostenta este relevante cargo.
Manuel Moraleja explica que la asociación surgió para «evitar los problemas que había en cuanto a organización unos días antes de San Mateo» y recalca que, desde entonces, «todo se hace mucho mejor». En su mandato dio continuidad a Antonio de Conca, del que habla maravillas, y subraya que «se hizo un trabajo muy importante durante los primeros años para poner todo en marcha».
Punto de inflexión. Uno de los puntos de inflexión llegó con Maribel Gil en la presidencia. Con ella se decidió trasladar la verbena de la Plaza de Ronda a la misma Plaza Mayor. «Era necesario hacerlo porque el espacio se quedaba pequeño», detalla. Además, Gil dio forma al esfuerzo de sus antecesores y culminó la iniciativa de Cuenca Histórica, que a día de hoy está muy consolidada. Con Diego Valera se iniciaron los trámites para conseguir que San Mateo fuese declarada como Fiesta de Interés Turístico Nacional, aunque este reconocimiento todavía no se ha conseguido. «Hicimos un gran esfuerzo, pero no se obtuvo recompensa», señala. Valera también impulso la celebración del Congreso Nacional de Toro de Cuerda, que finalmente se celebró en 2018, aunque en esta edición era Benayas quien ejercía de presidente. El que hoy es pregonero tuvo que remar contra viento y marea. Tanto es así que lamenta que «tuviéramos que sufrir por desgracia la pandemia». En la actualidad, Mario Pinós asume el reto de pilotar la nave y tiene claro que «seguiré trabajando tal y como lo han hecho mis antecesores» y subraya que su objetivo es «mantener lo que funciona y fortalecer aquello que no lo hace tanto».
Cabe destacar que la Asociación de Peñas Mateas tiene un presidente como tal, ya que así lo requieren e indican los estatutos. Sin embargo, todos los presidentes, junto a muchas otras personas que han formado parte de las juntas directivas, siempre han ayudado y colaborado entre unos y otros. De hecho, los presidentes siempre han ayudado a sus predecesores porque, al fin y al cabo, se trata de «trabajar todos juntos para el bien de todo».
Es prácticamente imposible concebir esta festividad sin la participación de las peñas. Manuel, Maribel, Diego, Javier y Mario resaltan que «San Mateo no puede entenderse sin sus peñas, porque son el alma de su celebración». Todos ellos seguirán velando por esta imprescindible asociación que cumplirá «muchísimos años más, que no quepa la menor duda».