Siempre está ahí. Es todo un clásico y, en cuanto alguien saca el tema, el debate está más que servido. Es hablar de la idoneidad de mantener o cambiar las fechas de celebración de las fiestas de San Mateo de la capital y no tardan en surgir voces con opiniones y pareceres totalmente contrapuestos.
Y es que frente a los que anteponen la tradición y el mantenimiento de las fechas con el fin de que siempre se desarrollen del 18 al 21 de septiembre, están aquellos que consideran que estaría bien cambiarlas cuando eso permita incluir un fin de semana, aunque suponga, incluso, comenzar los festejos el día 21, festividad de San Mateo, que habitualmente supone el cierre de fiestas.
A pesar de los muchos años que se viene abordando esta cuestión, nunca parece encontrarse un punto de acuerdo, más bien todo lo contrario y cada uno se aferra con más ganas, si cabe, a su posicionamiento.
El eterno debate - Foto: Elaboración propiaDiferencia de opiniones que La Tribuna ha podido comprobar simplemente acudiendo a cuatro personas destacadas dentro de las fiestas mateas con el objeto de recoger su parecer sobre este asunto.
Bien es verdad que, a tenor de lo manifestado, la tradición parece tener más peso y, por lo tanto, esa máxima que dice que «las fiestas de San Mateo son para los conquenses», si bien, como dicen los otros, «también son conquenses los que se han tenido que ir fuera a estudiar o trabajar».
Diversidad de opiniones. El caso es que, por ejemplo, el alcalde de la ciudad, Darío Dolz, lo tiene muy claro y no tiene dudas a la hora de apostar por «mantener las fechas de toda la vida, del 18 al 21, como manda la tradición».
El eterno debate - Foto: Elaboración propiaPone el acento en el hecho de que «es verdad que esas fechas caen cuando caen y a veces incluyen fin de semana y otras no», lo que para él no es un problema, al tiempo que pone en valor el hecho de que este año, al celebrarse las fiestas de lunes a jueves, se haya declarado festivo local el día 21; algo que, según dice, «vamos a ver si continuamos en esa línea».
Bastante más tibia es la postura de los hosteleros, que prefieren ponerse de perfil en este tema y no decantarse por una u otra opción.
El presidente de la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo (APHT), José Manuel Abascal, reconoce que es «una cuestión muy debatida», pero desde «el sector nos abstenemos de pronunciarnos sobre este tema, porque sea una u otra opción siempre va a haber pros y contras».
Y es que lo que está claro, a su juicio, es que los establecimientos de la parte de abajo no se benefician de estas fiestas, mientras que los del Casco Antiguo sí, pero «es que San Mateo es así», al igual que según apunta, «tampoco beneficia turísticamente, puesto que los visitantes no pueden subir a la parte alta al estar cerrado por las vaquillas».
Peñistas. Las cosas cambian, y mucho, al hablar con el actual presidente de la Asociación de Peñas Mateas, Mario Pinós, quien piensa que «habría que hacer todo lo posible para que siempre hubiera un fin de semana dentro de las fiestas; eso sí, respetando los días 20 y 21 de septiembre, uno por ser cuando se traslada el Pendón de Alfonso VIII y otro por ser la festividad de San Mateo».
Pinós pone el foco en el hecho de que «siempre se ha defendido que estas fiestas son para los de Cuenca», pero, a su juicio, «son otros tiempos».
Y es que cree que «Cuenca se muere ante la falta de oportunidades, de ahí que los jóvenes se están viendo en la obligación de marcharse fuera de su ciudad, bien para estudiar o para trabajar». El caso es que, tal y como subraya, «la población está muy envejecida y hay poca gente de entre 19 y 35 años, al haber muchos conquenses fuera».
Como consecuencia, cree que «eso de que las fiestas de San Mateo, para los conquenses, no vale, ya que hay gente que no residen en la capital, pero sienten estas fiestas como cualquier otro conquense y, sin embargo, muchos de ellos solo pueden venir si coincide algún día en fin de semana».
Es por ello que vería con buenos ojos que algún año, por ejemplo, los festejos comenzaran el día 20 y concluyeran el día 24, «si eso conllevara incluir al menos una jornada en fin de semana».
El pregonero de las fiestas de este año y quien fuera presidente de la Asociación de Peñas Mateas durante seis años, Javier Benayas, se inclina, sin embargo, por pensar que «las cosas están bien como están», aunque no sea rotundo en este sentido y no cierre totalmente la puerta a que se pudieran cambiar las fechas, entre otras cosas, porque «antaño las fiestas variaban y lo mismo había tres días que se celebraban cuatro o cinco o que empezaban o terminaban el 21 de septiembre». Eso no quita que su primera opción sea celebrarlas del 18 al 21.
Aun así, apunta la posibilidad de cambiar las fechas para incluir total o parcialmente un fin de semana, pero con unas condiciones «inamovibles», como son contemplar en todo momento la inclusión de los días 20 y 21 de septiembre, por lo mismo que indica Pinós –celebrarse en esos días tanto el traslado del Pendón como la festividad de San Mateo–, y con el compromiso del Ayuntamiento de anunciar las fechas a principios de año con el fin de que «todo el mundo tenga tiempo más que suficiente para hacer todos los preparativos sin problemas ni arrebatos».
Así las cosas, todo parece indicar que el «eterno debate» no tiene visos de desaparecer en la ciudad, más bien todo lo contrario y continuar muy presente cada año y cada vez que se plantee un hipotético cambio de fechas de las fiestas más populares de la ciudad de Cuenca, San Mateo.