El pabellón Luisail Hall de Doha vistió ayer sus mejores para acoger el duelo entre Qatar, la selección anfitriona, y España, vigente campeona del mundo. Con el corazón dividido y la emoción a flor de fiel, una treintena de aficionados de la Furia Conquense tuvo el privilegio de disfrutar de un encuentro marcado por la igualdad y el gran ambiente que se vivió en las gradas, donde se reunieron unas 7.000 personas.
Antes del inicio del partido, los hinchas de Cuenca formaron una gran piña junto a seguidores de Puerto Sagunto (Marea Rojiblanca), Aranda de Duero (Peña Patata) y Vigo con el fin de llevar en volandas al combinado de Valero Rivera y dar la sorpresa. Así, el himno de Qatar levantó pasiones y fue el preludio del espectáculo que montó la Furia Conquense, que nunca paró de animar al equipo árabe y se dejó la garganta.
Los hinchas españoles vivieron una auténtica fiesta durante los 60 minutos de esta intensa batalla.
La música de la charanga La Joven Mafia, del municipio toledano de Santa Cruz de Zarza, contribuyó a crear un escenario mágico e irrepetible desde los primeros instantes. Aliados con el numeroso público local, la Furia Conquense suscitó la atención de los medios de comunicación y demostró por qué es una de las mejores aficiones de España. Puro sentimiento.
Un final para soñar. El final resultó apasionante. Con 25-25 en el marcador, Qatar amenazó con dar la campanada, pero Cañellas y Aguinagalde dieron el triunfo a España. Una derrota que no impide que los anfitriones sueñen con alcanzar las semifinales. Esa fuerza y fe también nacen de la Furia Conquense, su mejor aliado.