De tendencia a fondo de armario

María Muñoz Rivera (EFE)
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Vestido de Paco Rabanne diseñado para Jane Fonda para la película Barbarella. - Foto: EFE/EPA/ALLISON DINNER

De convertirse en la insignia de Paco Rabanne desde los años 60 hasta trufar las colecciones actuales de Gucci, Isabel Marant y Dries Van Noten o ser la apuesta estilística de Beyoncé en su último álbum, los acabados metalizados son una tendencia sempiterna que arrasa dentro y fuera de las pasarelas.

"Este tipo de trajes siempre funcionan, y más con grandes artistas. Nunca pasan de moda porque son prendas vanguardistas y arriesgadas", explica a EFE la diseñadora dominicano-libanesa Giannina Azar, modista de Gwen Stefani y Madonna y creadora de la pieza metalizada que Beyoncé luce en la portada de su último álbum, "Renaissance".

Bautizado por Cocó Chanel como "el metalúrgico de la moda", Paco Rabanne trazó en los 60 la estela hacia convertir materiales imposibles como el metal y las cadenas en una materia prima más para la moda. Y lo hizo de forma icónica: desde el vestuario del filme "Barbarella" vistiendo a Jane Fonda hasta ser modisto de cabecera de Jane Birkin.

"Estos acabados funcionan porque son un material alegre y vistoso, que puede ser tanto estival como para invierno", explica Fran Marto, consagrado estilista de rostros como Linda Evangelista, Irina Shayk o Nieves Álvarez: "ayer mismo terminé un estilismo para Nieves Álvarez con calzado metalizado de LODI junto a prendas vaqueras", detalla.

Aunque Rabanne fallecía el pasado febrero, no lo hacía su imperio, y es que los fotogramas que dejó vistiendo a estrellas del cine como Audrey Hepburn en "Dos en la Carretera" sentaron las bases de una forma de entender moda que dejaba a un lado las agujas para abrir camino a las tenazas y a materiales y texturas nuevos.

Si bien desde la eclosión del modisto han pasado seis décadas en las que el mundo de la moda se ha reformulado con cientos de tendencias, la del metal y el brillo sigue asentada en la casa Rabanne, ahora con Julien Dossena al frente. La tendencia ya no solo es de Rabanne, sino universal: Desde Dries Van Notten y Gucci hasta Chloé.

Rosalía en los Latin Grammy en una versión en dorado o la actriz cubana Ana de Armas en la pasada gala de los Óscar bajo la firma de Louis Vuitton son solo algunas de las celebridades que apuestan por estos acabados. Y no solo lo hacen aquellas firmas de sello internacional, sino también diseñadores de firmas de sello de autor.

"He dedicado mi colección a los brillos y los metalizados por completo y en cada una de las prendas", explica la creadora holandesa Isabel Gomila que, si bien es conocida por sus kimonos a medida, presentaba hace días su última colección, "Opulence", una línea de vestidos, abrigos y corpiños en las que los metalizados son rotundos protagonistas.

Además de calar en pasarelas y entre artistas para eventos como alfombras rojas o videoclips y producciones, la tendencia se extiende también al día a día, desde donde cadenas de moda rápida comercializan sus propias versiones de prendas como pantalones de corte amplio y metalizado, una tendencia al alza.

Una prenda que es, precisamente, una de las más emblemáticas de la línea "prêt-à-porter" de la casa Isabel Marant, que suele contar con esta pieza como un básico de fondo de armario en casi todas sus colecciones y que ahora aparece en escaparates de tiendas como Zara, Bershka o negocios del denominado "fast fashion".