Ella es el puente entre Castilla-La Mancha y Bruselas. Virginia Marco, directora general de Asuntos Europeos se encarga de «tratar de traer todas las oportunidades posibles de Europa» a Castilla-La Mancha, asesorando a las entidades del sector público, pero también a empresas o asociaciones. Antes trabajó para la ONUen Barbados y en Viena, para la Europol en La Haya y fue voluntaria de Amnistía Internacional. También ella es la que se encarga de representar los intereses de Castilla-La Mancha en el Comité de las Regiones.
En el Comité de Regiones Castilla-La Mancha consiguió que se pidiera una zonificación que permita llevar las ayudas de despoblación por debajo del límite de la provincia. Al ser un órgano consultivo ¿hasta qué punto se le tiene en cuenta?
Partiendo de que es un órgano consultivo y que los procesos legislativos y las tomas de decisiones en la Unión Europea suelen ser largos, sí tenemos la sensación y la certeza en algunos casos de que se nos escucha.
«La UE demuestra que se puede tener un gran desarrollo económico paralelo a la transición ecológica», reivindica. - Foto: Javier PozoEn cuanto a la zonificación, ya hemos conseguido ayudas de Estado permitidas para la provincia de Cuenca, como exenciones a los costes laborales, pero creemos de absoluta justicia que lleguen a otras zonas que están tan despobladas, pero cuya clasificación territorial está por debajo de la provincia y todos pensamos en el amplio territorio de Guadalajara, que como promedio a causa del Corredor del Henares no computa como escasamente poblada. Sabemos que va a ser complicado y por eso lo que hacemos es defenderlo constantemente. Page ha conseguido que el Comité de las Regiones apruebe por unanimidad un dictamen para que la zonificación sea por debajo de la provincia. Es un primer gran paso y es dando primeros pasos como se consigue hacer camino.
Tenemos otro ejemplo. Al principio de su mandato en 2015, García-Page tenía como clara prioridad que los productos industriales artesanales tendrían que estas protegidos con indicaciones geográficas, al igual que los productos agroalimentarios. Después de muchos años sin cansarnos de reivindicarlo, la Comisión europea lanzó hace unos meses una propuesta de normativa de protección para los productos artesanales industriales. Ahora falta que se apruebe. Estamos aprovechando la próxima Presidencia española del Consejo para reivindicar que en ese momento, como muy tarde, tuviese lugar la aprobación definitiva.
Los procesos en la UE se suelen alargar más que los cuatro años que duran los ciclos políticos en los gobiernos. ¿Se intenta consensuar una agenda de reivindicaciones para que no se pierdan batallas por cambios electorales?
Eso se intenta a nivel de las Cortes por los partidos políticos. Por nuestra parte, nuestra forma de trabajar es buscando consensos también con el resto de la Delegación española, de las comunidades y de los entes locales que estamos representando. Buscamos consenso en aquellos intereses comunes porque es la forma más eficaz de representar aquello que nos importa.
La posibilidad de que las ayudas por despoblación también se pudieran aplicar a las comarcas de Guadalajara adyacentes a Teruel, Soria o Cuenca ¿no era algo que ya estaba conseguido o no es tan fácil de aplicar?
Las directrices de ayuda regional sí que regulan un punto concreto por el que se puedan considerar zonas escasamente pobladas aquellas adyacentes y contiguas a la NUT 3 (Nomenclatura de Unidades Territoriales), que es la clasificación que se da a las provincias. Lo que ocurre es la interpretación que la Comisión Europea y el Estado español están haciendo de este punto, que está limitado. No se permite que los mapas de ayuda regional que elaboran los estados incluyan zonas que no han sido en principio clasificadas porque además tendrían que eliminarse territorios.
Sería más fácil si no estuviera ese límite de la provincia...
Claro, iría directamente a las comarcas que tendrían más problemática, que están escasamente pobladas.
¿Lo ven posible?
Creemos que habría posibilidades. Hemos hecho una interpretación amplia y lo hemos defendido ante la Comisión Europea, el Comité de las Regiones y creemos que existen posibilidades sin duda y que esto tiene que producirse por una cuestión de justicia. Pero sabemos que vamos a tener que continuar defendiéndolo y haciendo ver cómo funciona el territorio y por qué sería justo que estas zonas que tienen las mismas problemáticas tuvieran las mismas ayudas.
España tiene el segundo semestre la Presidencia de la UE. Ya ha adelantado que quieren aprovechar para aprobar la normativa de indicaciones geográficas para la artesanía ¿qué más temas hay en la agenda?
Estamos trabajando ya en cuáles son las prioridades de Castilla-La Mancha y de España frente a la Presidencia del Consejo. En Castilla-La Mancha aprovecharemos para defender entre otras cuestiones que la despoblación sea tratada de forma específica, totalmente transversal, que tenga su presencia en líneas o porcentajes específicos dentro del siguiente marco financiero plurianual, pero más allá de los presupuestos, de cómo pueda ser la cuestión de las ayudas o exenciones fiscales. También estará la implementación de las medidas del pilar europeo de derechos sociales o la transición energética, en la que también somos referentes en Castilla-La Mancha en la producción de eólica y fotovoltaica.
¿Se nota mucho que haya un país u otro presidiendo la UE?
Sin duda. Más allá de las cuestiones que hay de común acuerdo que se tienen que continuar debatiendo, cada Estado establece las prioridades. Por eso es tan importante que la normativa de indicaciones geográficas sí o sí sea aprobada ese semestre porque las otras presidencias, como la sueca, no lo tenían como prioridad.
Se habla mucho del poder que tienen en Bruselas los grupos de presión (los lobbies) ¿Es tan así?
Depende de la institución o el órgano. En el caso del Comité de las Regiones, puede que por ser un órgano consultivo, no he tenido lobbies presionándome, pero habría que preguntar en el Parlamento, que por lo que sabemos es donde más intentan ejercer su influencia.
Page recuperó la oficina de Bruselas. ¿Por qué es importante tener una delegación física?
Es fundamental para tener ojos y oídos a diario en todas las cuestiones que sean prioritarias para Castilla-La Mancha. Si va a salir una nueva normativa o una nueva convocatoria de ayudas es fundamental que esté en todas las reuniones para representar a Castilla-La Mancha, pero también para recibir esa información y poder trasladarla en el mismo momento a las consejerías y a todas las personas y entidades interesadas.
Uno de los temas que más nos interesa en la región es el de la agricultura. Da la sensación que desde Bruselas quieren que seamos más verde de lo que somos y que estamos siempre en un tira y afloja con eso...
Lo que defendemos es que la transición ecológica tiene que tener lugar y creemos firmemente en las medidas contra el Cambio Climático, pero también defendemos que tenemos que ser realistas y que no puede perjudicar en ningún caso a nuestros agricultores.
Esas exigencias que nos ha ido poniendo la UE ¿ha hecho que tengamos más espacios protegidos?
Exacto. Son muchas las medidas, las acciones que podemos ver en el territorio que han sido causadas gracias a que la Unión Europea es un referente en materia medioambiental en todo el mundo. No podemos perder tampoco eso de vista porque nos hace fuertes. La UE demuestra que se puede tener un gran desarrollo económico totalmente paralelo a la transición ecológica, la lucha contra el Cambio Climático y proteger el medio ambiente.
La Directiva del Agua es de 2000 y todavía estamos con que se vayan a aplicar los caudales ecológicos o los objetivos de depuración ¿Qué falla? ¿Le faltan ojos a Bruselas?
Cuando son directivas, dejan que sean los estados los que trasponen toda esta normativa y tienen cierto margen. Es verdad que en el caso del agua hemos defendido insistentemente el impacto medioambiental tan grave que tenía para nosotros el trasvase. Cuando se demuestra que es una prioridad y que es una necesidad real y de justicia, finalmente se acaba consiguiendo.
Estamos muy pendientes de los fondos Next Generation. ¿Hay riesgo de que nos tiren de las orejas por no lograr la transformación que la UE pretende?
En el caso de España somos el país a la cabeza en implementación de fondos y nos ha felicitado la propia Comisión, que sí hace un seguimiento muy exhaustivo de toda esta gestión. En el caso de Castilla-La Mancha, de los 1.000 millones que teníamos asignados, 800 ya están en circulación: la mitad mediante 54 convocatorias de diferentes consejerías y la otra mitad mediante licitaciones, encargos a fondos propios. Hemos cogido velocidad de crucero. Estamos demostrando que somos capaces de ejecutar todos estos fondos.
Para estos fondos, la Junta movilizó a las empresas para que presentaran proyectos. Sin embargo, la patronal se queja de que cuesta que lleguen, sobre todo a las pequeñas ¿Estamos a tiempo de revertirlo?
La mayoría de convocatorias dependen del Estado, pero en la parte que nos toca, las empresas también están en la transformación que se está llevando a cabo. Estoy convencida de que esto lleva sus plazos, sabemos que hay múltiples procedimientos, que lleva su seguimiento y que finalmente irán teniendo su aprobación y seguirán los cauces para que pueda llegar a las empresas.
Ante los momentos difíciles, como la pandemia o la guerra de Ucrania, la Unión Europea ha salido reforzada ¿le ha sorprendido?
Creo que ha salido reforzada la UEy ha sido por la actitud proactiva y cercana a la ciudadanía. Cuando se produce el confinamiento, desde el Comité de las Regiones la Delegación española ya reivindicamos que hubiese planes de ayuda para poder recuperarnos del varapalo que iba a suponer la Covid, que no fue tanto como se esperaba gracias al Plan de Recuperación más ambicioso que ha habido nunca. En comparación con la crisis financiera de 2008, las repercusiones económicas y sociales que también tuvo y la crítica que hubo hacia la UE, la actitud que ha tenido ahora es muy de valorar.
El Brexit fue un mazazo. ¿Hay riesgo de que pueda ocurrir con otro país?
Yo creo que en estos momentos la UE ha salido reforzada como unión en el sentido más literal. Claro que ha habido muchos debates, pero que haya debates también es sano y no quiere decir que haya estados que no quieran ser parte. Lo que ha demostrado es que unidos somos muchos más fuertes para ser un referente, para ser un actor internacional en sí mismo y de esa forma ser más fuertes a la hora de imponer saciones a Rusia, por ejemplo, por la agresión que está teniendo lugar en Ucrania.
¿Qué posibilidades hay para que la UE se siga expandiendo?
En estos momentos existen diferentes negociaciones con estados vecinos y yo creo que lo principal de que las negociaciones sigan en pie y que algunos países tengan este objetivo y este deseo de formar parte de la UE es que de por sí ya tienen que mejorar en la estabilidad de su economía, en el respeto a los derechos humanos, lo que ocurre en Albania, Montenegro o Turquía.
En España no hay un movimiento antieuropeísta fuerte e incluso los independentistas querían salir de España, pero seguir dentro de la UE. ¿Dónde está la clave de que nos encaje tan bien esta idea de pertenecer a la Unión Europea?
En todos los eurobarómetros siempre demostramos que somos de los países con una ciudadanía más comprometida y más europeísta. Hemos entendido desde el principio la cantidad de beneficios, el impacto tan positivo que tiene formar parte de la UE. En Reino Unido creo que se han dado cuenta ahora. Desde que entramos en la UE, España y Castilla-La Mancha nos hemos desarrollado económica y socialmente de una forma sin precedentes en nuestra historia. No hay ningún estado en la UE que por sí solo pueda tener la fuerza suficiente en el mundo como para tener todos los beneficios comerciales o diplomáticos que tiene siendo parte de la Unión.
Pero luego nos cuesta ir a votar. ¿Qué se puede hacer para mejorar los datos de participación en las elecciones europeas?
No cejar en nuestro empeño de sensibilizar, de no normalizar todos aquellos beneficios que supone ser parte de la UE o no dar por hecho que la actitud de la UE vaya a ser siempre tan óptima como está siendo ahora. No debemos dejar de reivindicar la UE fuerte y social que queremos, que apruebe medidas en favor de una cohesión social y territorial real, que impida que las repercusiones negativas de las crisis recaigan en la ciudadanía. Todas estas medidas nos vienen de la UE y son beneficiosas. Hay que seguir reivindicándolo y eso también incluye más participación en las elecciones, tomar conciencia de la importancia que tiene la UE en nuestras vidas.