Este año se cumplen cien del nacimiento del periodista y escritor conquense Ismael Medina Cruz; sin duda, un prestigioso periodista y un intelectual que con el devenir y cambio de régimen fue injustamente arrinconado y en muchas ocasiones incomprendido. 

Recuerdo conocer a Ismael Medina en Madrid, siendo todavía un chaval, cuando vivíamos en la Ciudad de los Periodistas, y mi padre, Florencio Martínez Ruiz y él se saludaban y charlaban sobre el periodismo madrileño y de las cosas de su amada Cuenca. Años más tarde, en las largas tertulias que Luis Roibal y mi padre disfrutaban en los frescos veranos de Uña, la figura de Ismael Mediana aparecía siempre en la animada conversación, en boca de su amigo y hermano Roibal, que daba cuenta y detalle de todo lo que Ismael escribía y comentaba de Cuenca y lo conquense y de la política nacional, de la que tan conocedor y polemista fue… 

Ismael Medina nació en el número 8 de la calle de la Moneda, un 30 de julio de hace cien años. Lo acristianaron en la parroquia de El Salvador. Sus padres fueron maestros, destinados en Jaén, por lo que Ismael vivió su niñez y adolescencia a caballo entre Jaén y Cuenca. En nuestra capital pasó todo el año 1931 y luego vivió en ella de junio de 1936 a mayo de 1938. 

la cuenca republicana. Medina ha recordado los veranos que pasaba en Cuenca después de las clases en Jaén, siendo nuestra ciudad para el otro mundo muy diferente al de la capital andaluza. Tenía una tía monja a la que llamaban Sor Cuenca y que le atiborraba, a él y a sus amigos siempre que los veía, a caramelos.

La Cuenca de esos años tenía «muy escasos ricos de tronío y pocos los pobres de solemnidad». Aunque el 14 de abril, estando jugando en Los Tiradores, quedó impactado al ver una turba de hambrientos jornaleros «azuzados por dirigentes de la izquierda» que cantaban letras anticlericales y violentas… Sus padres, que estudiaron en la Escuela Normal de Cuenca, conocieron al socialista y masón Llopis, y luego coincidieron en Jaén con el taranconero Jerónimo Bugeda, también socialista y masón, que ayudaría a salir de España a Serrano Súñer.

trayectoria periodística. Ismael Medina en su juventud se afilió al Sindicato de Enseñanza de la CNT en Jaén, para pasar en 1939 a iniciar su carrera periodística en la Agencia Mancheta, sustituyendo a su padre que había sido deportado a Andújar, después de ser expedientado. En esa misma época fue jefe de prensa del SEU jienense, además de dirigir Patria de Granada. En 1941, ingresa en la redacción de Jaén y al año siguiente se hizo maestro de primera enseñanza, además de titularse en la Escuela Oficial de Periodismo. Escribe en El Español, y la Estafeta literaria.  Después de estudiar Derecho ingresó en la redacción de Arriba, donde realiza una destacada labor como editorialista, redactor y coordinador de las páginas de Economía.

Hasta los años cincuenta es redactor-jefe de Juventud pero debido a las presiones monárquicas y eclesiásticas es cesado en 1953. Ese mismo año ingresa en Radio Nacional de España donde realizó programas para la emigración española. 

Junto al pintor conquense Luis Roibal escribe el guión para la película de Clemente Pamplona, La muerte camina a hombros de vivos, que por problemas de la censura y de falta de productor no se llegó a realizar. El guión tenía verdadero impacto visual; la película a través de un lenguaje fílmico similar al western hablaba de la ocupación por una partida de los maquis de un pequeño pueblo serrano…

Nuestro paisano siempre tuvo importantes y profundas inquietudes políticas, lo que le llevó a promover al final de los años cincuenta un efímero y clandestino Partido Republicano Sindicalista, además de ser directivo del Centro Social Manuel Mateo, con triste final. E incluso hay quien lo relacionó, por las opiniones e información aportadas en  sus artículos, con la intentona golpista de Tejero…

Ismael Medina ganó infinidad de premios y reconocimientos. Fue corresponsal en Roma, subdirector de la agencia EFE, director del telediario de la noche de TVE, columnista de El Alcázar, enviado especial a Grecia, Sáhara Español y Guinea Ecuatorial y dictó más de cien conferencias, además de escribir alrededor de 60.000 artículos sin olvidar sus trece libros de temática política, cultural y de viajes…

Medina fue un hombre fiel a sus principios humanos y políticos, con un acento azul auténtico en sus artículos, reportajes y editoriales en los que –como dijo la crítica periodística–, «vuelca un mucho de su gravedad expositiva, van por ahí conquistándole premios y recompensas dando fe de su estilo directo y sencillo, profundo y rico. Sus conferencias, sus charlas, incluso sus conversaciones hablan de una inteligencia regida por la veracidad más insobornable, por la exigencia  más extrema, por la actualidad más erizante y difícil. Ismael Medina no se hurta al editorial arriesgado, ni se evade de los problemas candentes y reales por una senda de fantasías y escapismos. Antes al contrario, ha destacado por su responsable manera de acercarse a temas esquinados,  saliendo con bien del choque…».