Puede parecer una simple pulsera blanca, pero es mucho más que eso. Es un innovador sistema de seguridad que permite a las familias disfrutar de su estancia en el Recinto Ferial con mayor tranquilidad. Entre otras cosas porque este accesorio, que lleva cada pequeño del hogar en su muñeca, contiene información muy valiosa, como es el nombre del acompañante y un número de teléfono de contacto, lo que facilitaría la localización del pequeño en caso de extraviarse ante tanta aglomeración o masificación en el ferial.
Las familias tienen acceso a este servicio gratuito en la entrada del Recinto Ferial, concretamente en el Punto de Atención a la Infancia que ha instalado Cruz Roja Cuenca en colaboración con el Ayuntamiento. El responsable provincial de Socorro y Emergencia de la organización humanitaria, Israel Monje, explica que «los acompañantes de los pequeños pueden disfrutar de la feria de manera más tranquila porque saben que, en caso de que se extravíen, es más fácil encontrarlos». Eso sí, pese a la efectividad del sistema, Monje confía y espera que «no haga falta utilizarlo porque eso nos indicará que nadie se ha perdido en la feria». Si bien es cierto que este sistema se ha puesto en marcha por primera vez porque el año pasado se perdieron temporalmente «tres pequeños».
De esta forma, cualquier miembro de seguridad del ferial, agentes de la Policía Local, feriantes o ciudadano, ya sea conquense o visitante, puede llamar al teléfono que aparece escrito en la pulsera del pequeño y así contactar rápidamente con sus padres o acompañantes. «Es muy importante la colaboración ciudadana en estos casos», explica Monje.
Este punto gratuito está habilitado para todos los días de la Feria y Fiestas de San Julián con un horario de siete de la tarde a dos de la madrugada. Hasta la fecha, la organización humanitaria cifra en más de 300 personas las que han hecho uso de esta pulsera, con especial participación durante el pasado fin de semana. Una vez concluyan estas fiestas patronales se podría alcanzar el millar de menores inscritos en este innovador protocolo. Monje afirma que no hay edad concreta para utilizar este accesorio, aunque sí es cierto que son niños y niñas con edades comprendidas entre los tres y diez años. Si el menor es capaz de andar por sí solo, «es recomendable que haga uso de la pulsera», explica el responsable de Cruz Roja.
Teniendo en cuenta los primeros datos registrados por Cruz Roja Cuenca, el horario de mayor afluencia es de siete a once de la noche, «que es cuando más niños y niñas vienen acompañados para disfrutar de la feria», detalla Monje. No obstante, tres voluntarios de la organización humanitaria están hasta las dos de la madrugada para tender siempre la mano y, en esta ocasión, para colocar esta maravillosa pulsera a los pequeños, que se llevan además un caramelo o piruleta de regalo.
Los padres, madres y acompañantes agradecen el trabajo que se está haciendo para que todos podamos disfrutar tranquilos de la feria y felicitan tanto a Cruz Roja Cuenca como al Ayuntamiento «por llevar a cabo estas iniciativas que son muy positivas y buenas para la seguridad nuestra y de nuestros hijos». Cabe destacar, que este Punto de Atención a la Infancia se habilitará también este domingo en el Parque San Julián, con el mismo objetivo de establecer un protocolo por el que cualquier niño o niña que se extravíe pueda ser localizado con rapidez.
Más vale prevenir que curar. Esta pulsera, que luce junto a la sonrisa de cada pequeño, es un sistema innovador que a partir de ahora se verá cada vez más en los lugares concurridos o masificados. Y es que toda iniciativa o protocolo de precaución siempre es bienvenido.