Un invierno cálido y húmedo que aún no ha terminado

Pedro Ig. Tauroni
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Los días con la temperatura más baja fueron el 30 de diciembre y el tres de febrero, con -4 grados. En cuanto a la nieve, este año fueron nueve las jornadas que nevó en la capital, cuando la media en invierno suele ser seis

El once de febrero fue el día que más nevó en la capital - Foto: Reyes Martínez

El invierno se acaba, pero pocos dirán ¡viva el invierno! En las dos últimas semanas las temperaturan han notado un ascenso,  aunque nada de manera considerable. Sin embargo, es suficiente para que los conquenses dejen algunos abrigos en el armario, las cafeterías hayan sacado las mesas y los helados se conviertan en algo común.

Cuando pasa el invierno siempre se suele tener la concepción de que ha sido duro, aunque los más viejos del lugar utilizan con frecuencia la tradicional frase de ¡antes sí que hacía frío!

Este invierno que expira ha sido cálido y húmedo en Cuenca. Así lo aseguró a La Tribuna Ricardo Torrijo, delegado de la  Agencia Española de Meteorología (Aemet) en Castilla-La Mancha.

De todas maneras, una cosa es el invierno según el calendario y otra diferente el invierno meteorológico. Para Aemet, éste empieza el uno de diciembre y no acaba hasta el último día de febrero, mientras que para el resto de los mortales el invierno va del 21 de diciembre al 21 de marzo.

Temperatura. En lo relativo a las temperaturas, según Torrijo, «se está en la línea de los últimos años», lo que contraviene el típico clima continental en el que está incluida Cuenca, es decir, inviernos fríos y secos.

No ha sido un invierno con «grandes heladas». El delegado de Aemet señaló que en Castilla-La Mancha, la temperatura más baja en este invierno se alcanzó el once de diciembre en Molina de Aragón, en donde se llegó a los -10,9 grados. Por su parte, en Cuenca, los días con la temperatura más baja fueron el 30 de diciembre  y el tres de febrero. En ambos, el mercurio llegó a los -4 grados centígrados. Esto es cuanto a la capital, puesto que Torrijo reconoció que en la sierra, que suele ser la zonas más fría de la provincia, «posiblemente tuvo temperaturas más frías», aunque «no las conocemos porque no tenemos medidores en todos los pueblos».

En lo que se refiere a las precipitaciones, el invierno fue húmedo. Torrijo definió el invierno metorológico conquense de esta manera porque han caído 200 litros por metro cuadrado, cuando «lo normal es que sean 130».

El número de días de media que nieva en Cuenca capital es de seis durante todo el invierno, aunque en este año fueron nueve las jornadas en la que nevó, ocho de ellas en febrero. La nevada más importante fue el once de febrero, en que estuvo nevando durante casi once horas, lo que provocó además que se cubriera la ciudad.

Torrijo señaló que este invierno se puede catalogar como cálido debido a que el mes de enero tuvo unas temperaturas más altas de lo normal. Apostilló que a principios de mes «se alcanzaron mínimas de unos nueve grados» y que incluso «hubo algún día en la segunda semana de enero en que se alcanzaron casi los 18 grados».

Primavera. El siguiente paso estacional, la primavera, es para el delegado de la Aemet un periodo «complicado». Los días empiezan a ser más largos y el sol caliente mucho. Sin embargo, en latitudes más al norte, los mares y continentes aún están muy fríos, por lo que se puede dar un choque de temperaturas mediante masas de aire frías provenientes del norte con las existentes en el sur. Esto provocaría que todavía puede bajar la temperatura, gotas frías o lluvias casi torrenciales. «Una de las características de estos meses son las temperaturas cambiantes», concretó.

Sobre el verano, Torrijo, comentó que a estas alturas del año es muy difícil hacer un diagnóstico sobre cómo será el estío en la ciudad o en la provincia. Frente a esto sí adelantó que para lo que queda de semana bajarán las temperaturas. En el fin de semana se esperan incluso «algunas heladas e inestabilidad climática». Torrijo se atrevió a adelantar que para el viernes por la tarde es posible que que caiga algún chubasco.