¿Qué hacer ante un incendio?

J.L.E.
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El dramático suceso de Valencia pone de manifiesto la importancia de conocer las pautas de actuación cuando hay fuego en una casa

Un bombero de Cuenca subido en una grúa, trabaja a gran altura en la extinción de las llamas de un incendio - Foto: Reyes Martínez

La instalación de sistemas de detección de incendios en los edificios así como avisar de manera inmediata al teléfono de emergencias 112 son dos recomendaciones esenciales a la hora de afrontar un incendio y mitigar sus consecuencias. El terrible siniestro en un edificio en Valencia, que costó la vida a diez personas, y que ha dejado sin hogar a decenas de vecinos, pone de manifiesto la necesidad de saber cómo actuar cuando se inicia un fuego en un piso. Además de la prevención, si se desatan las llamas hay que conocer unas pautas de actuación para evitar daños mayores y ayudar a los bomberos a controlar las llamas cuanto antes. No pudo ser así en Valencia, donde el incendio fue de tal magnitud que llegó a superar la capacidad operativa de los bomberos que se desplazaron  para tratar de apagar cuanto antes las llamas que devoraron el edificio.

Jacobo Llorens, sargento del Parque Municipal de Bomberos, explica a La Tribuna que el incendio que arrasó el edificio del barrio valenciano de Campanar fue «excepcional». En este sentido, apunta que coincidieron diversos factores como la tipología constructiva, la meteorología adversa –con mucho viento– o la altura del edificio. «Se dieron una serie de factores en Valencia que hicieron que esa intervención fuera un auténtico drama». 

La magnitud del incendio y sus consecuencias fueron de tal magnitud que cabe preguntarse si en Cuenca podría suceder algo así. Según Llorens, «no hay muchos edificios aquí así, con fachadas ventiladas o revestimientos inflamables, aunque estaremos vigilantes».

Llamar al 112. Este bombero, que acumula una gran experiencia, manda un mensaje de tranquilidad porque «no es fácil encontrarnos con una tipología de edificios con las características del siniestrado».

Si se desatara un incendio en una vivienda de un edificio, y más si tuviese material inflamable, lo primero es avisar lo antes posible al 112, «no a ningún otro teléfono». De hecho, incide en que «los bomberos solemos decir que los incendios hay que apagarlos de pequeños». Por eso contar con extintores en la vivienda o en las escalera de evacuación siempre es muy útil, pero si no se pudiera apagar así, lo siguiente que hay que hacer es cerrar las puertas, «porque se comportan como si fueran escudos». El objetivo es evitar la propagación del fuego al resto de la casa.

Así mismo, Llorens recalca la importancia de avisar a los vecinos, cerrar todas las instalaciones de suministros, salir al exterior por las escaleras para evacuar el edificio y no utilizar jamás un ascensor.

Si la escalera está limpia se podrá salir hacia el exterior, pero si estuviese inundada de humo o hubiera unas elevadas temperaturas porque el incendio ha comenzado en los pisos inferiores habrá que actuar de otra manera para evitar riesgos. «La idea sería en este caso, en vez de evacuar, confinarnos», recalca Llorens. Asegura que mucha gente se ha salvado en un incendio por quedarse en su casa ante las peligrosas condiciones de evacuación y «el objetivo prioritario es evitar que el humo de la escalera acceda a los hogares». Para ello, tras sellar puertas y ventanas, hay que dirigirse al foco más alejado del fuego y explicar al 112 la ubicación de las personas en la casa, «para que se pueda iniciar el rescate lo antes posible».

Una pregunta que se plantea en estas situaciones es dónde se puede conseguir en una casa el mayor nivel de supervivencia en caso de incendio. Llorens considera que siempre hay que intentar hacer del lugar donde estén las personas lo más estanco posible –desaconseja la elección de baños o cocinas–, recomienda retirar el material que pueda ser combustible y permanecer a ras de suelo el mayor tiempo posible, «manteniendo siempre un pañuelo o una prenda húmeda cubriendo las vías respiratorias». 

Protocolos. El mayor peligro en un incendio son «las altas temperaturas porque ofrecen un impacto brutal a la resistencia que podamos tener». El humo y los gases tóxicos son muy peligrosos y dificultan mucho el trabajo de los bomberos.Además, hay dificultades técnicas. Sin embargo, los bomberos suelen trabajar de manera parecida, «lo que cambia son el número de efectivos, las dotaciones que se desplazan, pero la estrategia es la misma». Así, Llorens relata que la escalera, que es la vía de evacuación, es fundamental, y cuando hay un incendio, «lo sectorizamos», y limpiamos la escalera para poder evacuar.

Cocina y salón, focos principales. La tipología de incendios en Cuenca tiene en las cocinas y el salón los lugares de mayor riesgo. Jacobo Llorens, sargento del Parque Municipal de Bomberos de Cuenca, pone de ejemplo el caso de un descuido en la cocina con la sartén, que se comunica con la campana, y al final hay un incendio. En cuanto al salón, advierte del riesgo de enchufar «un montón de aparatos en una misma regleta». Una de las soluciones importantes que propone Llorens es la adopción de medidas preventivas como, por ejemplo, dimensionar los enchufes o recargar las baterías eléctricas de los patinetes en  los puntos más alejados posibles. Además, reitera la importancia de que, tanto en los edificios como en las vivienda, existan dispositivos de detección de incendios, que «nos van a a avisar incluso cuando estemos descansando».