¡Ahora me toca a mí!

Manu Reina
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Más de 2.000 jugadores disfrutan de 'Cuenca Juega', que vuelve a ser un éxito con juegos, exhibiciones, torneos, ludoteca y gymkana.

¡Ahora me toca a mí!

Quiero volver a jugar. Ese es el deseo unánime de las más de 2.000 personas que disfrutaron este fin de semana de unas lúdicas jornadas en el recinto ferial de La Hípica y que resultaron ser todo un éxito otro año más. De hecho, nadie quiso levantarse de sus asientos, alentados por la adrenalina del momento y porque la emoción estaba casi siempre encima de la mesa con una amplia gama de juegos, que desafiaban a cualquier participante. Así, la asociación conquense Dados Colgados volvió a triunfar de forma merecida con la tercera edición de Cuenca Juega, que se ha convertido ya en todo un clásico y cuyo listón es muy alto.

Durante estas jornadas, que se desarrollaron durante sábado y domingo, tanto en horario matutino como vespertino, hubo demostraciones de juegos de mesa, presentación de prototipos, tiendas especializadas, ludoteca, combates de exhibición, exposición de ilustradores, muestra de pintura, gymkhana y actividades para toda la familias. En definitiva, un plan perfecto para vivir fuertes emociones. Mucho más teniendo en cuenta que la puesta en escena fue envidiable y el contagio de emoción era inmediato. 

Por tercer año, teniendo en cuenta el resultado de las dos ediciones anteriores, la expectación era muy alta y se cumplieron todos los pronósticos, especialmente con la gran novedad de esta edición del Cuenca Juega, como fueron las exhibiciones de combate con sables de luz, que animaron a un ambiente enloquecido entre tantas opciones divertidas y entretenidas. El presidente de la asociación conquense Dados Colgados aseguró que el éxito estaba más que conseguido porque se pudo «mostrar qué son los juegos de mesa y que un ocio alternativo, familiar y más saludable siempre es posible con solo tener un poquito de ganas».

Una de las razones del éxito de este encuentro social se centra en que se abrieron las puertas a todo el público, con el fin de que familias, amigos, padres, hijos y jugadores pudieran participar. No importó que no supieran jugar a un juego específico, ya que se hicieron demostraciones para que toda persona pudiera primero conocer las reglas de los juegos para después inscribirse en los torneos de los mismos. Estas jornadas no se crearon de un día para otro, sino que es el trabajo de «todo un año», tal y como apuntan desde la organización. Doce meses para negociar y dar forma a un macroevento de estas características donde los cuatro últimos antes de la cita «incrementamos todavía más los esfuerzos». 

El trabajo se multiplica durante las dos últimas semanas para que todo esté a punto. La magnitud de estas jornadas es tan grande que «nos involucramos de forma directa e indirecta más de cien personas», explica Rubén. El presidente se mostró «muy contento porque ha venido muchísima gente y todos se lo están pasando genial, que es como esperábamos que fuera». 

Hay quien ya cuenta los días para que llegue la cuarta edición de Cuenca Juega, que no defraudará porque desde la organización prometen muchas más emociones. No hay duda de que así será porque esta iniciativa ha calado en la ciudad y empieza a expandirse fuera de ella, ya que vinieron muchos jugadores de otras provincias. 

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