El 40% de los estudiantes de residencias son de fuera de C-LM

Leo Cortijo
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Las tres residencias universitarias de la ciudad afrontan el curso con el 99,4% de sus plazas cubiertas y con una importante cuota de alumnos extranjeros

El 40% de los estudiantes de residencias son de fuera de C-LM - Foto: Reyes Martinez

La 'vuelta al cole' ya se ha consumado a todos los niveles, incluida la Universidad. Aunque hasta finales de este mes puede haber variaciones como consecuencia de los últimos traslados de expedientes, el regreso a las aulas en el campus conquense ha llenado de vida y actividad una zona de la ciudad que en los meses de verano entra en una especie de hibernación. No en vano, las facultades conforman una especie de 'micromunicipio' dentro de la ciudad con casi 4.000 personas censadas, y eso solo en cuanto a estudiantes, porque habría que sumar además equipo docente y trabajadores.

La inmensa mayoría de esos alumnos, al menos los que no son de Cuenca capital, tienen dos opciones para vivir en la ciudad si es que no van y vienen en el mismo día que, con el AVE, hay unos cuantos que apuestan por ese sistema... Una parte importante vive en pisos compartidos de dos, tres y hasta cuatro habitaciones, pero hay otra parte de ellos –que rozan el medio millar– que pasan sus días en alguna de las tres residencias universitarias de la ciudad.

A día de hoy, prácticamente el cien por cien de las plazas que ofertan estos recursos habitacionales están ocupadas. Lo están en su totalidad las 192 de la residencia Juan Giménez de Aguilar y las 103 de la Bartolomé Cossío, mientras que solo permanecen sin inquilino tres de las 200 plazas de la Alonso de Ojeda. Eso supone que se están usando y disfrutando 492 de las 495 plazas, o lo que es lo mismo, el 99,4 por ciento del total.

Disgregados según el origen de los estudiantes, encontramos algunos datos llamativos, como que 37 de ellos provienen de fuera de España, la inmensa mayoría de Taiwán, pero también de Brasil, Japón, Hungría o México. Asimismo, algo más de un 33 por ciento de los usuarios de las residencias conquenses son de otras provincias españolas no castellano-manchegas. En este caso –y con diferencia– con Andalucía a la cabeza, seguida de Madrid, Comunidad Valenciana y Aragón. Así todo, podemos concluir –y éste es un dato que no es baladí–, que más de cuatro de cada diez estudiantes (41%) que se alojan en alguna de las residencias universiatarias de esta ciudad son de fuera de la región.

Más allá de en torno al diez por ciento que vienen de algún pueblo de la provincia conquense, la gran mayoría de los usuarios de estas instalaciones, prácticamente la mitad (48,5%), son de otras provincias de la región. 238 usuarios en total, de los que los más numerosos son los albaceteños, que son 89, seguidos de los toledanos y los ciudadrealeños, que se mueven en cifras muy similares, 67 y 66, respectivamente. Cierran la diáspora regional en Cuenca los guadalajareños, que son solo 16.

Comodidad y precio. Las tres residencias universitarias que operan en la ciudad son de titularidad pública, pero su gestión es privada. La directora de los tres centros es Noemí Bachiller, que tiene claro cuáles son los factores que hacen decantarse a un estudiante por esta opción. En primer lugar, está la «comodidad», y es «se les dan todos los servicios», de forma directa o indirecta, «aquí se olvidan de todo y solo se dedican a estudiar». 

Por otro lado, no hay que olvidar la burbuja inmobiliaria que reina en el país y que castiga especialmente a Cuenca, por la que los precios que ahora mismo presenta la vivienda en alquiler, «increíblemente altos», posiciona a las residencias universitarias como una solución mucho más económica y asequible para buena parte de los bolsillos. 

Finalmente, Bachiller no se olvida tampoco de las posibilidades que estos centros ofrecen en la formación del joven, pues supone «una experiencia única y con un ambiente comunitario, donde los estudiantes interactúan entre ellos, aprenden de personas de otras culturas y, en definitiva, se desarrolla una experiencia vital muy enriquecedora». Aspecto que las residencias promueven con «actividades sociales y eventos para fomentar la integración».