Hasta el cielo

Manu Reina
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Los visitantes descubren cada rincón de la ciudad y se decantan por el Casco Histórico para completar las rutas guiadas, con especial «interés y fascinación por los rascacielos verticales»

Hasta el cielo - Foto: Manu Reina

Cada paseo por Cuenca es una experiencia nueva gracias a los rincones tan singulares, bonitos e inéditos que esconde. Es un lugar que enamora a cualquier visitante y no hay nadie que no quiera regresar tras su paso por esta bella ciudad. Son muchas las razones que la convierten en un destino ideal para completar un viaje o una escapada, y una de los argumentos de mayor peso son sus asombrosos monumentos y mágicos sitios. De hecho, no es difícil encontrarse cada día a un grupo de viajeros que recorren las calles empedradas con el objetivo de conocer y descubrir cada uno de ellos.

El guía turístico de Cuenca Viajes Hugo Dolz señala que «tenemos unos museos maravillosos» hasta tal punto que «cada uno de ellos son referentes nacionales en cada uno de sus campos». Este profesional turístico ensalza las bondades del Museo Abstracto de Cuenca porque «tiene un valor incalculable», aunque también se deshace en elogios sobre el resto de estos espacios culturales, como es el caso del Museo Paleontológico, «que recibe muchísimas visitas». No es casualidad que la capital sea la ciudad del mundo que más museos tiene por habitante. 

La mayor atención se centra en el Casco Histórico, que es el lugar que alberga más tesoros, y la Catedral de Cuenca concentra todas las miradas de los viajeros. Tal es así, que Hugo asegura que «la gente se sorprende mucho cuando la mira por primera vez» y detalla que «muchos no sabían que era tan alta y grande». Este monumento y templo de los conquenses sorprende a todos los turistas, que son predominantemente «nacionales» y provienen de todos los puntos de la geografía española, aunque son mayoría «los madrileños y los valencianos por cercanía». 

Hasta el cieloHasta el cielo - Foto: Manu Reina

Sin embargo, Cuenca sigue siendo «la gran desconocida de España», tal y como apunta este guía turístico. En base a su dilatada experiencia narra cómo los visitantes le transmiten su sorpresa en cada paso de sus rutas guiadas. «No sabía que era así, no sabía que tenía este paisaje o no sabía que tenía tantos museos» son algunas de las declaraciones que escucha constantemente en cada salida. Pero no es solo es un caso particular de las personas que vienen de fuera, sino también de los propios conquenses, puesto que «muchos desconocen todo lo que tenemos en el Caso Histórico porque no suelen subir, salvo en fechas de celebraciones, pero nunca por iniciativa propia», recalca. 

Recursos. Hoy es el Día Internacional de los Monumentos y los Sitios y es una buena oportunidad para reseñar otros espacios y edificios que esconde esta bella ciudad y que no son menos importantes. La Torre de Mangana, el Puente de San Pablo, las Casas Colgadas, las hoces del Júcar y Huécar, los miradores, el Castillo, el Seminario de San Julián, la iglesia de la Merced, el Museo de las Ciencias o la Casa Zavala, por citar algunos, integran una larga lista de recursos históricos. La mayoría de ellos ubicados en lugares asombrosos y rodeados por unas vistas y panorámicas apasionantes.

Hasta el cielo
Hasta el cielo - Foto: Manu Reina

Otra de las grandes sorpresas para los turistas son los «rascacielos». Hugo explica que sus clientes «se quedan fascinados» al ver cómo «se levantaron casas verticales en el siglo XVI y la altura que tienen cada una», como las que se ubican en el barrio San Martín. Tal es el entusiasmo que genera que este guía turístico se decanta por estas construcciones a la hora de recomendar qué ver en Cuenca. No es para menos porque se trata de edificaciones hechas por conquenses que no tenían espacio y la única posibilidad era crecer hacia arriba. Está claro que los monumentos y los sitios convierten a Cuenca en una ciudad ideal y los miles de turistas que llegan cada año son un argumento para darse cuenta del valor que tiene esta ciudad.